La asamblea de Jesús Nazareno ratificó en febrero del pasado año el estatuto que saldría rumbo al Obispado, que ha tardado justo un año en dar validez al texto pese a que el documento definitivo apenas registra cambios, la mayoría de cambios de orden del articulado. Dos semanas atrás, Eduardo Pedrero, responsable de la Congregración, reveló que la cofradía había entregado el informe de dos teólogos como apoyo a la propuesta y subrayó no entender que «se tarde tanto en ratificarlos».

Para las Damas, la clave de la «discriminación» del nuevo documento reside en el artículo cinco del nuevo texto. En concreto, en la frase que dice: «Los miembros de la Cofradía, hombres y mujeres, tienen los mismos derechos y obligaciones, salvo en lo que se refiere a los desfiles procesionales...». A continuación, la redacción advierte que «por razones históricas, tradicionales y de espacio», los hombres desfilarán la madrugada del Viernes Santo y las mujeres, la tarde noche del Sábado Santo.

El otro de los artículos que más llama la atención a la sección es el cuarto, donde el documento refleja la categoría de «Hermanos compromisarios», que lo serán hombres y mujeres, elegidos por cada cincuenta miembros para tomar decisiones relevantes como el cambio de estatutos. Aquí, las Damas entienden que el número de hombres es mayor que el de mujeres y, por lo tanto, «siempre vamos a estar en desigualdad con respecto a ellos».