La iglesia del Espíritu Santo «es la única iglesia románica que conserva el acta de consagración, aparecido en 1963 bajo su altar dentro de un cofre» defendió ayer el historiador José Ángel Casquero en su disertación sobre «la iglesia del Espíritu Santo: Arte e historia», encuadrada dentro de las actividades para celebrar la reapertura al culto del templo.

La iglesia «la fundó en 1211 el maestro y deán de la Catedral, Juan, y se consagró el 12 de junio de 1211, posiblemente Pascual de Pentecostés. Al acto asistieron el obispo, Martín de Zamora y el obispo de Coria, Arnaldo, así como un prelado portugués». Ese marzo «el citado Arnaldo había celebrado el rito de dedicación con la colocación de reliquias de la Virgen María, de los apóstoles Andrés, Felipe y Santiago, de las que ya no se conserva nada», describe el experto.

Inicialmente el templo fue abacial, propia del obispo y por tanto ligada a éste y a su cabildo. En 1512, según Casquero, se creó la dignidad del abad del Santo Espíritu, en favor de un familiar del Papa, que se quedó con las rentas de la zona, mientras que tenía la obligación de poner cura en dicha iglesia. El historiador recuerda que la dignidad la suprimieron en el Concordato de 1851.

El experto recordó que la iglesia contó poca feligresía. «En el siglo XVIII eran nueve familias y en el XIX ascendía a 19 vecinos». No obstante, el incremento no evitó su anexión a San Lázaro desde 1895 hasta el 20 de enero de 1987 cuando volvió a ser parroquia gracias a un decreto del obispo Eduardo Poveda.

El Espíritu Santo responde al prototipo de románico rural de pequeñas dimensiones y en su fábrica no ha sufrido cambios fundamentales. «Es muy similar a la antigua de San Lázaro», resalta. La cubierta de la nave, que llegó a conocer el historiador Gómez Moreno, «era una pieza morisca del siglo XV, de par y nudillo con pinturas con las armas de Castilla y León», describió José Andrés Casquero. «Llegó maltrecha al siglo XX. En 1940 se vino abajo parte de la techumbre, por lo que en las obras de 1963 se sustituyó por la actual», detalló.

En cuanto a la decoración destaca el «rosetón del testero que es idéntico al de Santiago El Burgo», el cuadro barroco de la venida del Espíritu Santo, de grandes dimensiones que ha sido restaurado, y el Cristo del Espíritu Santo.

La única iglesia aneja que tuvo es la ermita de Valcabadino. A ella han estado unidas la cofradía de San Isidro, fundada entre 1753 y 1805, la del Espíritu Santo, a partir de 1975. «Al convertirse en parroquia en los 80, la ermita de Valderrey pasa a depender del Espíritu Santo y con ella la Cofradía de Valderrey», mencionó Casquero.

Las actividades prosiguen hoy con la proyección del documental «La iglesia del Espíritu Santo: 800 años de fe y un año de obras», en la parroquia a las 20.00 horas.