«Son fuegos artificiales de Angel Macías, una querella política, para eliminar a IU, un debate entre PP e IU» sobre la operación de compra del edificio municipal, «que no tiene nada que ver con lo judicial», explica el portavoz municipal de la coalición de izquierdas, Francisco Guarido, que niega intención alguna de «menoscabar el prestigio personal y profesional» del ex teniente de alcalde del PP en el Ayuntamiento zamorano, como éste afirma en su denuncia. Guarido da por sentando que el propio texto de la querella interpuesta por Macías «demuestra sus objetivos políticos», es decir, de dañar a IU y a él como portavoz municipal e insistió en ceñir al ámbito político sus declaraciones públicas sobre la adquisición del edificio, en las que llegó a hablar de prevaricación en esa operación llevada personalmente por el entonces alcalde del PP, Antonio Vázquez, y por Macías.

Guarido se mostró ayer convencido de que en realidad Macías «busca mi inhabilitación como político», mientras subrayaba que «en ningún caso se trató perjudicar la imagen» del querellante, tras comparecer durante hora y media ante la magistrada del Juzgado número 4 que investiga los hechos. El coordinador provincial de IU, Santiago Fernández, también contestó a las preguntas de la juez y los abogados durante casi una hora.

Por su parte, Angel Macías reiteró que «pido que se me resarza en mi honor» y manifestó su confianza en «que haya una sentencia que sirva como ejemplo de lo que debe quedar dentro de la discusión del ámbito político y lo que no».

El ex concejal del PP está seguro de que Guarido y Fernández «no han podido desactivar las acusaciones de la querella, que está suficientemente documentada con el contenido de la propia página web de IU, donde se habla de prevaricación, y con recortes de periódicos», cuyo contenido «es de patente gravedad, con máxima difusión, obteniendo IU notoriedad y la posibilidad de salir en medio de comunicación nacionales» que de otro modo no tendría.

Una conclusión bien diferente a la de los responsables de la coalición, que se mostraron «sorprendidos porque Antonio Vázquez no se haya querellado», cuando las declaraciones que se presumen querellables también le afectaban.