C. G. / S. A.

La Policía Nacional detuvo en la noche del pasado domingo a E.R.C.F., de origen dominicano, como presunto autor de la herida por arma blanca sufrida por J.P.L., de 31 años, tras la disputa mantenida entre ambos en las postrimerías del encuentro de fútbol de la final del Campeonato del Mundo.

Según el relato de los hechos facilitado por el abogado del detenido, todo comenzó cuando el dominicano, en compañía de unos amigos, caminaba por la calle cantando «Yo soy español, español, español», uno de los eslóganes más populares de los aficionados de cara al Mundial. En ese momento, el cliente de un bar cercano, sito a la altura del número 21 de Víctor Gallego, le espetó una frase similar a «tú qué vas a ser español». A continuación se produjo una pelea durante la cual el abogado del dominicano asegura que su cliente recibió un golpe con una botella en la cara por parte del agresor, que sacó a continuación una navaja. Fue con este arma con la que se produjo la herida, si bien el letrado asegura que su patrocinado se limitó a repeler la agresión.

Todo fue muy rápido, como confirmaron testigos presenciales, y fueron los propios clientes del bar y los amigos de los contendientes los que les separaron.

Los servicios de emergencias sanitarias del 112 recibieron el aviso para intervenir a las 22.35 horas, y trasladaron al herido por arma blanca en una UVI móvil hasta las Urgencias del hospital «Virgen de la Concha». Posteriormente la Policía detuvo al presunto agresor, que había acudido también a urgencias para curar sus heridas y tiene un parte de lesiones.

El estado del herido por arma blanca no reviste gravedad, y de hecho ha recibido ya el alta médica.

La agresión fue la nota discordante de una noche de júbilo en la que toda la ciudad se echó a la calle. El concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier González y la alcaldesa, Rosa Valdeón, constataron que se produjo algún acto vandálico, como la rotura de una señal o la tubería de una fuente que alguien dobló para que el agua saliera el dirección contraria, pero nada más allá de lo que puede ocurrir en cualquier otro fin de semana. La normalidad era también la tónica destacada por la subdelegada del Gobierno, Pilar de la Higuera quien reprochó, sin embargo, que algunos conductores y viajeros de coches y motos relajaran en exceso las elementales normas de seguridad cuando circulaban por las calles dando muestras de desbordada alegría. Los servicios de urgencias de primaria y el hospital tampoco registraron una actividad fuera de lo normal de otros fines de semana.