«La culpa siempre es del torero, nunca del toro», en una mala faena. «¿Los toreros son los que más saben de toros?. Algunos, otros tienen poca idea». Son dos de las perlas pronunciadas por Rafael Soto Moreno, más conocido por su nombre taurino, el maestro «Rafael de Paula» durante la tertulia mantenida con los miembros del Foro Taurino de Zamora, en una de las actividades que marcaron la jornada dedicada a la figura del cirujano taurino Antonio Crespo Neches, recientemente fallecido. El de Jerez de la Frontera, acompañado por el maestro villalpandino Andrés Vázquez, mantuvieron una amena conversación con los miembros del Foro en torno a la mesa del hotel donde poco después se celebraba la mesa redonda de homenaje al doctor zamorano, en la que participaron el matador Rafael de Paula, y el hijo del cirujano homenajeado, el también médico Enrique Crespo Rubio, moderados por la periodista Ana Pedrero. Falló a la cita Ortega Cano, quien ya había excusado su asistencia en la jornada anterior.

«He venido a dar una vuelta por aquí, porque no conocía Zamora y me ha gustado muchísimo. Hemos visto la parte antigua, y me gusta lo auténtico. Además yo soy un apasionado de don Rodrigo Díaz de Vivar, "El Cid", y me ha gustado mucho», decía De Paula.

El maestro salió encantado con la tertulia del Foro Taurino: «Ha sido una conversación entre amigos». Rafael de Paula conoció al cirujano Crespo Neches: «Tuve la suerte de conocerlo. Aunque, a Dios gracias, no me intervino nunca». El andaluz opinó, por ejemplo, sobre la intención catalana de prohibir los toros: «Eso va contra la libertad, contra la democracia. No es democrático. Ya lo decía el filósofo, el pensador, don José Ortega y Gasset, España sin la fiesta de los toros, no se entendería. Y lo dice ese señor, un filósofo, pensador y escritor, que no soy yo».

Respecto al momento actual que vive el mundo del toreo se mostró algo escéptico: «La gente irá donde tenga que ir. España en sus pueblos, en sus comunidades, seguirán acudiendo a los toros, en mayor o menor porcentaje. Y siempre que los toreros sean importantes, seguirá existiendo la fiesta».

Andrés Vázquez reconocida que «con Rafael es muy atractivo todo, muy jugoso, y muy anárquico. No sabes por donde va a ir, a venir y por donde está. Me ha dado mucha alegría, porque he toreado muchas tardes con él y encontrarnos aquí y ahora es muy difícil. Se van los años y la salud, pero muy bien».

Andrés Vázquez, como torero, ha sido sin duda la mayor figura que ha dado Zamora al mundo taurino. Y a su lado, como médico, aparece sin duda Antonio Crespo Neches. El doctor fue un auténtico visionario de la cirugía taurina y de hecho se adelantó dos décadas a las actuales normas con su equipo. Son cuatro generaciones de cirujanos en la familia y con su equipo montó la primera UVI móvil para las plazas de toros. Es una persona muy querida y muy reconocida en el mundo taurino; de hecho por sus manos han pasado las principales figuras del toreo. «Yo creo que lo hemos conocido todos», corroboraba Víctor Mendes, el matador que ocupó la mesa de oradores junto al hijo del cirujano. «Todos los profesionales del toreo han tenido la dicha de disfrutar de su compañía porque era un gran aficionado. No sólo lo hemos conocido por haber pasado por la enfermería y que nos prestara sus auxilios, sino por el hecho de que él mismo era un gran aficionado y un amigo de los profesionales del toro. Entonces, la invitación y el estar aquí presente va en connivencia con ese respeto, ese cariño y ese gran respeto que en mi caso particular me ha dejado». Recuerda el portugués que fue precisamente Crespo Neches «quien me operó después de una de las últimas grandes cornadas que sufrí toreando un festival. Nos unía una buena amistad, como a su familia».

Mendes considera que «la fiesta de los toros proyecta lo que ocurre en la sociedad y estamos en época de crisis, después de una de bonanza. Lo que sí es verdad es que tenemos una nueva generación de toreros extraordinarios».