El impacto de la incontinencia urinaria no es un asunto menor. En Europa afecta a unos 50 millones de personas, de los que 6,5 millones están en España. Además, es un problema que afecta tanto a hombres como a mujeres. Pero pese a esta elevada prevalencia, y la repercusión que tiene en el día a día de los afectados, todavía sigue siendo un tema tabú, lo que contribuye a su desconocimiento. De hecho se estima que hasta el 60% de los hombres y el 42% de las mujeres que lo sufren no acude al médico para buscar una solución.

Pero aunque la prevalencia de la incontinencia urinaria entre mujeres es mayor (una de cada tres mujeres, frente a uno de cada cuatro hombres), la repercusión social y emocional es más significativa entre la población masculina. Éstas y otras diferencias por sexos aparecen recogidas en un documento elaborado por la compañía de productos de incontinencia 'Tena', con motivo del Día Internacional de este trastorno -que se celebró el pasado martes 14 de marzo-, en el que detallan sus factores de riesgo y consecuencias en hombres y mujeres.

Porque, pese a que los síntomas pueden variar de un paciente a otro dependiendo del tipo de incontinencia, existen algunas señales que son indicativas y deben llevar a los afectados a acudir al médico en busca de un diagnóstico precoz y tratamiento, ha defendido la coordinadora de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital QuirónSalud de Madrid, Gema García Gálvez.Diferencias entre hombres y mujeres

1. Prevalencia: más frecuente en mujeres, se estima que una de cada tres mujeres ha tenido pérdida de orina de algún tipo a partir de los 50 años. En el caso de los hombres, afecta a un 25 por ciento a partir de los 40 años.

2. Factores de riesgo: en la mujer puede afectar el debilitamiento del suelo pélvico producido por un embarazo, parto y la menopausia, pero también lo puede dañar el estreñimiento crónico o la obesidad. En los hombres, además de la edad, se asocia a un aumento del tamaño de la próstata, el cáncer prostático o trastornos neurológicos como Parkinson o Alzheimer.

3. Incontinencia más frecuente: en hombres la más habitual es la de urgencia, conocida como 'vejiga hiperactiva', mientras que en las mujeres es más habitual la de esfuerzo (la que no aguanta mucha presión), sobre todo en menores de 50 años.

4. Soluciones: ambos pueden combatir el problema fortaleciendo la musculatura del suelo pélvico y, en el caso de los hombres, también ayuda aumentar el control sobre el esfínter.

5. Tabú: para el 32 por ciento de las mujeres que lo sufren sigue siendo un tabú y hasta un 27 por ciento no habla de ello por vergüenza, En el caso de los hombres, más de la mitad espera más de un año para consultar con un profesional sanitario.

6. Limitaciones en la vida social: el 40% de las mujeres dice reducir sus actividades por miedo a las pérdidas de orina, y el 37% admite mirar tener un baño cerca. Entre los hombres, la mitad descansa peor por tener que levantarse por la noche, el 45% admite que también interfiere en su vida sexual y a un 20% le entorpece en su trabajo.

7. Impacto emocional: el 90 por ciento de los hombres afectados dice sentirse menos seguros de sí mismo y, en algunos casos, deprimidos; en las mujeres provoca también inseguridad, pérdida de autoestima, aislamiento y depresión.

8. Costumbres erróneas: Un 70% de las mujeres piensan que los ejercicios de fisioterapia mejoran o retrasan su aparición, mientras que los hombres afectados suelen limitar la ingesta de líquidos para evitar pérdidas sin saber, cuando esto sucede, la orina es más concentrada y provoca ir al baño con más frecuencia.

9. Uso de absorbentes: Un 35% de los hombres no conoce la existencia de soluciones específicamente masculinas y solo un 7% recurre a ellos. Del resto, hay quienes usan compresas femeninas, papel higiénico o doble calzoncillo como medida de protección. Entre las mujeres hay quienes usan compresas o protege-slips para la menstruación, pero no tienen en cuenta que el pH y la densidad de la orina hacen aconsejable un producto específico que retenga su fluidez y neutralice el olor.