Parece que la despedida de Cher de los escenarios no va a ser tan brillante como ella pretendía. La cantante ha sido demandada por Perry Wander, abogado de Kevin Wilson, un exbailarín suyo de color.

La demanda ha sido presentada por discriminación racial y represalias, según los papeles a los que ha tenido acceso TMZ, aunque los representantes de la artista aseguran que todo es una falacia: "Estas son acusaciones ridículas. No podrían estar más lejos de la verdad. Cher nunca diría eso".

Según Wilson, coreógrafo de su tour 'Dressed to kill', tuvo una conversación con la artista donde cada uno tenía distintas visiones de qué cuerpo de bailarines sería mejor. Ella prefería que buscase a una bailarina blanca y rubia. Como coreógrafo, él no estaba de acuerdo y le comentó que le gustaría que hubiese menos bailarinas, a lo que ella espetó: "Tenemos demasiados negros en el escenario" y le pidió que no eligiera bailarines de piel oscura, según dichas informaciones.

Pero Cher no se enfrenta solo a una demanda, sino a tres, ya que hubo algunos despidos en los que se alegaba un recorte presupuestario de casi 55 millones de dólares de ganancias.

Meses después de la gira, todo ha salido a la luz debido a que Wilson fue despedido junto a otros tres trabajadores. Sin embargo, la cantante dejó dentro del equipo a un bailarín que se habría extralimitado con una fan tras un concierto el pasado junio a la que subió a la habitación de su hotel. Sus exempleados, además, aseguran que la Cher lo intentó encubrir.