La abuela catalana de Miquel Iceta, cuando pasaban la frontera y entraban en Francia, exclamaba: "¡Qué diferencia de aire, aquí se respira mejor!", y se acababa la historia, no eran de politiqueos. El abuelo catalán, Octavi, había montado en Barcelona un negocio de máquinas de escribir Olivetti, y le fue muy bien; el padre, Miguel Iceta, casado con Elisa, era un socialdemócrata nacido en el seno de una familia que votaba al PNV, cuya mayor obsesión resultó que sus hijos supieran idiomas, la llave maestra para el matrimonio Iceta-Llorens, la conexión más directa con la democracia, la libertad y el progreso. El padre murió de cáncer con 54 años. No llegó a saber que su hijo era homosexual. Iceta salió del armario en 1999. Recuerda que ya hacía frío, pero él ardía. Fue el primer político español en dar el paso. Eligió un 12 de octubre, el Día de la Raza en algunos países de América. Siempre le ha gustado elegir bien las fechas.