Los prototipos de vehículos voladores en los que trabajan empresas americanas como Kitty Hawk no pillan de sorpresa en España, concretamente en Asturias. Hace ya casi dos años -en concreto, en junio de 2015- que el turolense Paco Martínez presentó en Villaviciosa su invento. Es una moto que se desplaza a una altura de 1,5 metros sobre el suelo y lo dio a conocer acompañado de la aventurera Judith Obaya, que colaboró en el proyecto. Por aquel entonces una Universidad americana se interesó por el vehículo, pero el proyecto quedó parado.

Recientemente, el ingeniero aeroespacial Cameron Robertson, de la compañía Kitty Hawk, de Silicon Valley, en California (Estados Unidos) -propiedad de uno de los fundadores de Google, Larry Page-, pilotó un automóvil volador sobre el lago Clear, a unos 100 kilómetros al norte de San Francisco. Se vendió como un gran avance tecnológico, cuando Paco Martínez ya lo había hecho en España dos años antes sobre un río. Durante el vuelo de prueba, Cameron Robertson usó dos controles de joystick para mover el vehículo por encima del lago y logró deslizarse en el aire. El vehículo se elevó unos 4,5 metros sobre el agua y giró alrededor del lago cerca de 18 y 27 metros de la orilla. Tras cinco minutos de vuelo, el piloto se dirigió de nuevo a una plataforma de aterrizaje flotante en el extremo de un muelle. Es un artilugio para una persona, propulsado por ocho hélices y funciona con batería.

La moto voladora de Paco Martínez se mueve con gasolina y para lograr el vuelo se sirve de dos hélices. Es ligera, pesa 80 kilos frente a los 180 de una de competición, y está fabricada con fibra de vidrio, carbono y aluminio. Es de fácil manejo gracias a un manillar y el vuelo es estático, no de avance. Esto quiere decir que se levanta en vertical entre un metro y metro y medio de seguridad, para después avanzar en cualquier dirección. Llega a realizar hasta un giro de 360 grados en estático.

El inventor español admite que su vehículo no es apto para circular por la carretera, pero es muy útil en rescates porque es más barato que el helicóptero. Es una buena opción para acceder a campos de minas y socorrer tras terremotos o inundaciones, porque se le acoplan flotadores para amerizar o elevarse sobre el agua. La asturiana Judith Obaya destaca que puede aterrizar "sobre cualquier superficie".

Pero la moto de Paco Martínez no es el único vehículo volador que le hace sombra al llamado "Kitty Hawk Flyer", pues éste es solo uno de los prototipos que varias empresas están diseñando. La tecnológica ha puesto sus ojos en el sector de la automoción para sus últimos desarrollos. Martínez también tiene otra dura competencia, la del gigante Airbus, con sede en Blagnac (Francia). En el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, el mes pasado, esta compañía aérea propuso un vehículo autónomo llamado "Pop Up", capaz de circular por tierra y aire, como la moto de Paco Martínez. Y este año, el Gobierno de Dubai, en asociación con una firma china, reconoció que planea comenzar a operar un taxi aéreo autónomo en julio. Pero Kitty Hawk, con el apoyo de Larry Page, quiere adelantarse al resto y planea comenzar a vender su vehículo a finales de año. También tiene el respaldo del director ejecutivo, Sebastian Thrun, un influyente tecnólogo y autodidacta pionero de automóviles que es el director fundador del laboratorio X de Google.

Uno de los escollos es lograr los permisos para circular, pero la creencia es que en el futuro seremos capaces de volar nuestros propios vehículos para desplazarnos.