La diputada de Podemos Carolina Bescansa, número tres de la formación, acaparó ayer buena parte de la atención en la sesión constitutiva del Congreso, no tanto por haber sido propuesta por su partido para presidir la Cámara Baja como por acudir al hemiciclo con su bebé. La presencia del niño, de seis meses, en brazos de su madre, dejó en segundo plano todas las novedades de una jornada cargada de actos y palabras singulares en un hemiciclo con aires muy distintos a los de legislaturas anteriores. La presencia del bebé en el Congreso también desató la controversia política entre quienes alaban el gesto de madre militante y quienes lo consideran un simple gesto de cara a la galería.

No es la primera vez que una parlamentaria acude a una sesión plenaria con un bebé, pese a que el Congreso cuenta con un servicio de guardería propio para diputados y funcionarios. En mayo de 2012, la senadora del PSC Yolanda Pineda asistió a un pleno de control al Gobierno de la Cámara Alta con su hijo de dos meses, gesto con el que quiso reclamar la implantación del voto telemático en el Senado, como ya había hecho antes el Congreso, para senadores enfermos o con baja maternal, como era su caso.

La sesión constitutiva del Congreso fue larga, con varias votaciones sucesivas para elegir al presidente de la Cámara y a los demás miembros de la Mesa, y todo ese tiempo lo pasó Bescansa con su bebé, sentada al lado de los dos máximos dirigentes de Podemos, Iñigo Errejón y Pablo Iglesias. Incluso le daba tiempo a amamantarlo.

Al igual que los restantes 349 diputados electos, la madre ha tenido que dejar su escaño y subir varias veces a la tribuna para depositar su papeleta con el nombre de los candidatos a ocupar los puestos de la Mesa, y lo ha hecho sin separarse de su hijo.

Hasta tal punto se ha hecho el bebé protagonista que en la segunda votación para elegir al presidente del Congreso, en la que ha resultado elegido el socialista Patxi López, un diputado bromista escribió, en el único voto nulo: "El niño de Bescansa".

A algunos diputados veteranos les ha llamado la atención que Carolina Bescansa no haya utilizado el servicio de guardería del Congreso, del cual pueden disfrutar tanto los parlamentarios como el personal de la Cámara Baja, muy valorado por sus usuarios desde que se implantó, en 2006, cuando Manuel Marín presidía la Cámara.

Hasta Pablo Iglesias tuvo ayer la oportunidad de ofrecer una tierna imagen, al coger en brazos al bebé de su compañera de partido. Su momento más emotivo fue, sin embargo, el llanto en la escalera del Congreso durante la foto de familia de su grupo.