El premio Nobel de Literatura en 2010 y Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, Mario Vargas Llosa, afirmó ayer en la rueda de prensa previa a su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca que el español es, actualmente, "la lengua con mayor expansión del mundo". El escritor peruano señaló "la diversidad" como uno de los aspectos "más positivos" del idioma y manifestó que "el papel de las Universidades, entre ellas la de Salamanca, en el esfuerzo por organizar su impulso es tremendamente valioso".

Ahondando en esa diversidad lingüística, Vargas Llosa se refirió a Cataluña como "un país bilingüe donde la mayoría de la gente habla dos lenguas que no son enemigas sino complementarias", por lo que consideró que "la política mezquina y provinciana de hacer retroceder al español para hacer avanzar al catalán no va a progresar porque vivimos en un época de globalización y acercamiento de culturas donde toda política que vaya en contra de ese movimiento de coexistencia en la diversidad está destinado a desaparecer".

Prosiguiendo con ese mensaje de coexistencia en la diversidad, el premio Nobel peruano reivindicó el valor de las Humanidades, y de la Literatura como parte de ellas, como "fundamental" para sustentar a las ciencias y las técnicas, "locomotoras del progreso pero que sin la presencia de lo humano, de la solidaridad y la diversidad como esencia de la civilización, pueden convertirse en el camino hacia el infierno".

Sobre los refugiados el premio Nobel peruano recalcó que la movilidad "es un derecho que nadie puede negar" y que "los países civilizados tienen la obligación moral de ayudar a los refugiados a escapar del horror". No obstante, Vargas Llosa resaltó que "la solución no está en que los países prósperos aumenten sus cuotas de acogida, aunque es bueno que lo hagan". Para el escritor de "La Fiesta del Chivo" y "La ciudad y los perros", "la solución está en los países de los que tratan de escapar.

En cuanto a la detención y condena de Leopoldo López en Venezuela, el Príncipe de Asturias de las Letras de 1986 tuvo duras palabras para el régimen político venezolano: "Cumple con las características tradicionales de la dictadura latinoamericana, con un hombre fuerte que acaba con la libertad de prensa y nacionaliza los medios para controlar de manera absoluta la información".

Vargas Llosa fue investido posteriormente como doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca en una ceremonia en la que, emocionado y agradecido con un reconocimiento por el que deseó "estar a la altura", habló profundamente sobre el trabajo del escritor como "una recompensa en sí mismo", el surgimiento de la vocación literaria "a través de la lectura" como "lo mejor que tengo ante un mundo real que no basta", y la función de la literatura en el conjunto de la sociedad. Vargas Llosa aclaró que "la literatura tiene otra opción mas sutil, que ya esbozó Sartre: es una forma de acción que influye en la vida de otros y en la historia, no de una manera determinante, premeditada e inmediata sino de una forma más indirecta, formando las conciencias que están detrás de las conductas". Siguiendo en esa línea, Vargas Llosa concluyó que "un pueblo contaminado de ficciones es más difícil de esclavizar que un pueblo aliterario o inculto. La literatura crea insatisfacción, nos hace a veces más infelices, pero también nos hace muchísimo más libres".

El premio Nobel peruano pasó así a formar parte de manera simbólica del claustro académico de la Universidad de Salamanca, gracias a la propuesta de la doctora Carmen Ruiz Barrionuevo, madrina del escritor peruano en la ceremonia.