El presidente ruso, Putin, demuestra cada verano su buena condición física cuando va camino de los 63 años, ya que la inmersión en el batiscafo no ha sido su única actividad de riesgo. En anteriores vacaciones en territorio siberiano, Putin mostró sus dotes para la natación, practicando la pesca e incluso se atrevió con la aventura de la montaña. Y, por si fuera poco, también desveló sus dotes como jinete.