Una nueva ordenanza municipal regulará la actividad de venta ambulante en el municipio, normativa que incluye algunas novedades como el periodo de vigencia de la autorización que se limita a un año o la obligatoriedad de entregar un recibo o justificante de la operación de compra venta. Con la aprobación de esta nueva ordenanza el equipo de Gobierno socialista, como explicó su portavoz, Ángeles Medina, el Ayuntamiento pretende regular el desarrollo de la actividad, a la vez que señaló que, entre otras cuestiones, la normativa recoge "qué se entiende por venta ambulante", el régimen de autorización, los derechos y obligaciones de las personas que se dedican a la citada actividad, así como la inspección y control.

Además, precisó que el equipo de Gobierno se limita, con esta nueva ordenanza, a cumplir la legislación vigente, por lo que un vendedor que cada sábado acude al mercadillo que se celebra en la ciudad debe cumplir las mismas normas que se exigen a cualquier comerciante, tales como estar dado de alta en la Seguridad Social o Hacienda, que cuente con seguros de responsabilidad civil o un registro sobre la procedencia de la mercancía. Por su parte, el PP de Toro, aclaró que la regulación de cualquier actividad que se desarrolle en la ciudad es necesaria, pero en este caso, se ha opuesto a la aprobación de la ordenanza porque, a su juicio, "endurece, de forma sustancial las condiciones de los vendedores del mercadillo". El portavoz del grupo popular, José Luis Prieto, recordó que la anterior normativa establecía que las autorizaciones se considerarían prorrogadas hasta que se acordara su caducidad o se presentara baja por parte del interesado, mientras que la nueva ordenanza detalla que la autorización de venta ambulante tendrá un periodo de vigencia máximo de un año. Del mismo modo, el portavoz popular remarcó que muchos vendedores que cada sábado se concentran en el entorno del mercado de abastos no van a poder cumplir las obligaciones que especifica la nueva ordenanza, tales como la entrega de un recibo o justificante de la operación de compra venta que, como reconoció, es obligatorio, pero "hay que entender las particularidades del mercadillo de Toro". En la misma línea, apuntó que la nueva ordenanza reguladora obliga a los feriantes a disponer en el puesto de carteles y etiquetas en los que deben exponer, de forma visible, los precios de venta de los artículos que ofertan. En este caso, precisó que, en muchas ocasiones, los artículos ofertados en el mercadillo "están sometidos a un cierto acuerdo posterior sobre el precio de venta original". Además, cuestionó la prohibición de que en el punto de venta estén personas no autorizadas, ya que "todos los que hemos bajado al mercadillo sabemos que el titular suele estar acompañado de su mujer o algún hijo y que, si no pueden estar allí, es posible que se genere algún problema, incluso de orden público".

Para el portavoz popular, la exigencia de cumplir estas y otras obligaciones recogidas en la nueva ordenanza reguladora no se adapta a la "realidad" del mercadillo de Toro lo que va a propiciar, en su opinión, que la Policía Local "tenga que sancionar a muchos vendedores". En este punto, reiteró que "no estamos en contra de que se regule la actividad, pero pedimos que se realice de forma acorde a las necesidades de Toro y, en este caso, no se adecúa al mercadillo, porque solamente endurece las condiciones que tienen que cumplir los vendedores".

Por último instó al PSOE a desestimar el nuevo reglamento que regula la venta ambulante por no adecuarse a las necesidades de la ciudad, porque "es demasiado rígido" y porque va a generar "problemas" a los vendedores que acuden al mercadillo semanal que, en la mayoría de los casos, proceden de familias humildes, y que podrían ser sancionados con hasta 3.000 euros.