El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, alabó ayer la apuesta por "la calidad y la excelencia" realizada por la Denominación de Origen Toro y destacó que se ha convertido en la marca de garantía de vinos de Castilla y León que más exporta, un 35% de su producción. Herrera visitó ayer, con motivo de la conmemoración del 30 aniversario de la Denominación de Origen Toro, la nueva sede del Consejo Regulador habilitada en el centro de formación agraria, tras el acuerdo de cesión suscrito con la Junta que, no obstante, se reserva el derecho a utilizar diferentes espacios para el fin primigenio para el que fue concebido el edificio. El acuerdo de cesión permitirá al Consejo Regulador utilizar varias dependencias, por un periodo de cuatro años prorrogables por igual plazo, durante los que asumirá los gastos de uso, conservación y mantenimiento que genere el inmueble.

Durante la visita a la nueva sede, Herrera realizó un repaso por la historia de los vinos de Toro, durante el que recordó que, en los años 70, un grupo de bodegueros y viticultores, entre los que destacó a Manuel Fariña, impulsaron la petición para conseguir la Denominación de Origen para los vinos de Toro y que "cristalizó" en 1987. Después de tres décadas y, gracias al trabajo realizado por viticultores, enólogos y bodegueros, los vinos toresanos gozan de "prestigio y buena salud", a pesar de que, este año, la zona también haya sufrido los efectos de la sequía que ha provocado "importantes daños" y una reducción del 35% de la producción, con una cosecha total de 15,7 millones de kilos de uva. A pesar de esta merma de producción, auguró que la añada del 2017 "pasará a la historia" por la "magnífica" calidad del fruto.

Por otra parte, el presidente del Gobierno regional se refirió a las "elocuentes cifras" que presenta la Denominación de Origen Toro que, en la actualidad, cuenta con 5.500 hectáreas de viñedo, alrededor de un millar de viticultores, 63 bodegas y una facturación anual que ronda entre 30 y 35 millones de euros. Del mismo modo, reconoció que los vinos toresanos se caracterizan por la "personalidad propia" que les aporta la variedad autóctona, la tinta de Toro, a la vez que reconoció que la profesionalidad de los enólogos ha servido para que el sello de calidad "esté tratando de dar las respuestas que el mercado está exigiendo". Por otra parte, Herrera subrayó que el 86% de la producción de vino en Castilla y León está amparada por 14 Denominaciones de Origen, que en la región existen 650 bodegas, que 19.000 personas trabajan en el sector vitivinícola, cuya facturación anual ronda los 900 millones de euros, y que el 20% de la producción total se destina a exportación. Por último, resaltó que los vinos de Castilla y León representan el 25% de los que se consumen en el mercado español, cifra que asciende al 29% en el canal de hostelería.