Con motivo de Las Edades del Hombre, diversas piezas que La Colegiata o la iglesia del Santo Sepulcro albergan en su interior, de forma habitual, han sido instaladas en diversos templos de Toro que, de este modo, ejercerán de iglesias-museo durante la celebración de la exposición.

Uno de ellos es la iglesia de San Sebastián de los Caballeros, que coge ya diversas obras como el Ángel Custodio, el Busto-Relicario de Santa Teresa, una Virgen con Niño del siglo XVI o imágenes barrocas de San Blas o San Javier.

Unas figuras destacables es el Ángel Custodio, una de las tallas más importantes que alberga el templo de San Sebastián. Es pieza creada por Sebastián Ducete y Esteban de Rueda, entre los años 1610 y 1620, en madera policromada. Esta imagen se conserva habitualmente en el pórtico de la Majestad de la Colegiata de Santa María La Mayor, aunque es propiedad de la iglesia de la Santísima Trinidad.

De estos mismos autores es también un calvario elaborado en el siglo XVII, que llega de la iglesia del Santo Sepulcro, aunque su procedencia es la ermita de la Virgen del Canto.

Otra imagen importante que se encuentra de forma habitual en la Colegiata es el Busto Relicario de Santa Teresa, que fue realizado por Esteban de Rueda en 1625, en madera de frutal, dorada y policromada. Del templo procede también la Virgen con Niño del siglo XVI, cuya autoría es desconocida y que está realizada en madera policromada, parcialmente recubierta de tela encolada, reestucada y repintada en el siglo XVIII.

La Colegiata es también la sede de otras piezas como la Asunción de María de Simón Gavilán y Tomé, ejecutada en torno al 1760 en madera de pino ensamblada y policromada, o una talla de San Blas atribuida a José del Peso, en madera policromada y que data de mediados del siglo XVIII.

Imágenes santorales de ese periodo donde también destacan la talla de José del Peso de San Juan Bautista Niño, en madera policromada procedente del Santo Sepulcro o la de San Francisco Javier. Es una pieza elaborada en madera de pino ensamblada y estofada, cuya autoría es desconocida y que alberga habitualmente La Colegiata aunque procede de la Iglesia de Santo Tomás Cantuariense. Una iglesia de Santa María La Mayor que también custodia permanentemente el Ecce Homo realizado en madera policromada y la cabeza de San Pablo cuya autoría de ambas piezas es desconocida.

Del siglo XVIII son también diversas obras expuestas en San Sebastián de los Caballeros como las tallas de Santa Teresa de Jesús y la Inmaculada Concepción atribuidas al taller de los Tomé y elaboradas en piedra arenisca. Unas piezas que se encontraban en la Colegiata y cuya procedencia de ambas es el Hospital de Convalecientes de Toro.

Por otra parte, el estilo artístico toresano está presente en otra talla que también acoge de forma habitual San Sebastián de los Caballeros, como es la imagen de Santa Catalina de Alejandría elaborada en los talleres de la ciudad en el siglo XVI en madera policromada y cuya procedencia es la ermita de la Vega de Toro. De ese periodo es también la Virgen de las Nieves, atribuida a Melchor Díez y que data del último tercio de dicho siglo. Una obra de madera y que reside de forma habitual en la Colegiata.

Melchor Díez es también el autor al que se atribuye el Relicario de San Blas, tallado en el siglo XVI en madera frutal dorada y policromada, que procede de la iglesia de la Santísima Trinidad y que alberga habitualmente Santa María La Mayor. En este periodo se crea la imagen de una Magdalena, de pequeño tamaño, cuya autoría es desconocida y que procede del Santo Sepulcro o el Cristo Yacente atribuido a José de Rozas, que llega desde la Colegiata.

Además, el interior de San Sebastián de los Caballeros también acoge habitualmente otras obras como el conjunto de tablas del pintor toresano Jacome Fernández datadas en las primeras décadas del siglo XVI. Unos cuadros que recogen diversas imágenes religiosas procedentes de la Iglesia de San Martín de Pinilla de Toro o del Real Convento de Santa Clara de Toro.

De dicho convento también proceden las pinturas murales de los siglos XIV y XV como las escenas de la vida de Cristo atribuidas a Teresa Díez realizadas al temple para posteriormente ser trasladadas a lienzos. Estas creaciones son el gran atractivo habitual del templo que gracias a las mismas es un museo de pintura gótica.

La iglesia de San Sebastián de los Caballeros se encuentra en la Plaza de la Paja, de Toro. Se conoce que fue parroquia desde el siglo XII al XIX y que su primera edificación era de ladrillo de estilo románico mudéjar. Sin embargo, a comienzos del XVI fue reconstruida totalmente por Juan Martínez de Revilla bajo encargo del Cardenal Fray Diego de Deza. Será uno de los templos museo durante las Edades del Hombre.