Ya lo auguró Neal Martin, el catador de vinos españoles del equipo de Robert Parker, en la visita realizada a Toro el pasado mes de febrero, en la que adelantó que los vinos elaborados en la Denominación de Origen obtendrían elevadas puntuaciones en la lista publicada por la revista «The Wine Advocate», que edita el prestigioso crítico norteamericano y considerado por muchos como el «gurú» del vino. Al margen de este listado, muy esperado por los productores locales de vino por la influencia que estas valoraciones tienen en distintos mercados y de forma especial en Estados Unidos, Martin ha redactado un completo informe sobre Toro en el que destaca, por encima de otras apreciaciones, la «elegancia» de sus caldos y el prometedor futuro de la Denominación de Origen.

Durante su estancia en Toro Martin cató, en apenas tres días, alrededor de 250 muestras aportadas por las bodegas y el vino que ha obtenido una mejor valoración es el «San Román 2009» de Bodegas y Viñedos Maurodos, que ha sido calificado con 96 puntos. Otros ocho caldos amparados por el marchamo de calidad toresano han conseguido 95 puntos, calificación que Martin ha otorgado al «Alabaster 2010» de Bodegas Teso La Monja, al vino «Pintia» de las añadas 2005, 2008 y 2010 y que elabora la bodega del mismo nombre, al «Termanthia» producido en los años 2005, 2008 y 2009 y al tinto «San Román 2001» de Maurodos. En el ranking elaborado por el catador de Parker, ocho vinos han conseguido una calificación de 94 puntos. Con esta puntuación, Martin ha distinguido las añadas 2004 2007 y 2009 de «Pintia» o el «Numanthia 2010» y el «Termanthia 2004», ambos elaborados por la firma Numanthia. La bodega Teso La Monja ha conseguido 94 puntos para dos de sus caldos, «Finca la Monja 2010» y «Alabaster 2009», calificación que también ha obtenido el tinto «Matsu El Viejo 2010», de la bodega Matsu.

En un escalón inferior, el de los 93 puntos, se sitúan 17 vinos de la Denominación de Origen Toro, y en este ranking vuelve a aparecer diferentes añadas de Termanthia (2002, 2006 y 2010), el «Pintia 2002» y tres tintos más de Teso la Monja, «Alabaster 2011» y «Victorino 2010 y 2011». Con 93 puntos, Martin también ha calificado cuatro añadas de uno de los vinos más representativos de Liberalia Enológica, «Liberalia Cinco», 2001, 2005, 2006 y 2010. Además, con 93 puntos, el catador de Parker ha valorado la calidad del «Gran Elías Mora 2009» de la bodega Elías Mora, el «Finca Sobreño Reserva Selección 2009» de Sobreño, el tinto «Telmo Rodríguez Gago 2010», el vino «Campo Eliseo 2009» que produce Bodega Burdigala, «El Titán del Bendito 2009» de Dominio del Bendito o el caldo «Terra d'Uro 2008» de Hacienda Terra d'Uro.

De otro lado, 17 caldos toresanos han obtenido la calificación de 92 puntos, valoración con la que el catador de Parker ha distinguido la calidad de dos caldos de Liberalia Enológica, «Liberalia cuatro 2009» y «Liberalia Cinco 2009», el «Pintia 2006», «Termanthia 2007» o «Numanthia 2009». Esta misma puntuación ha sido otorgada a las añadas 2010 y 2011 de «Monte Hiniesta» de Allegro Con Spirito, al tinto «Cyan Selección personal Carlos Moro 2004», al vino «Valnuevo 2007» que produce Ramón Ramos o al «Almirez 2010» de Teso la Monja. «Celsus 2011» de Bodegas Vetus, también ha conseguido 93 puntos, la misma valoración que Martin ha concedido al «Finca Sobreño Ildefonso 2009» de Sobreño, al «Volvoreta 2011» de Viña Zangarrón, al tinto «Bravo de Rejadorada 2009», al caldo «La Mula de la Quietud 2008» de Quinta de la Quietud, al nuevo vino «Madremía» de Bodegas Divina Proporción y al caldo «Terra d'Uro Selección 2008». Otros 17 caldos producidos en la Denominación de Origen Toro han conseguido situarse en un lugar destacado del listado publicado en la revista de Parker con 91 puntos y con 90 han sido distinguidos 19 caldos, entre ellos uno blanco, «Iduna 2010» de Viñaguareña. Con 89 puntos, han sido calificados 16 tintos de Toro, mientras que otros 26 caldos han sido valorados con 88 puntos y 14 han obtenido 87 puntos.

Al margen de la valoración de los vinos aportados por las bodegas, Martin ha plasmado en un completo informe la historia de la Denominación de Origen Toro o las características de sus viñedos, aunque también hace referencia a los monumentos de la ciudad o su gastronomía. Martin resalta en este documento que, aunque en la zona se utilizan cuatro variedades de uva para elaborar vinos amparados por el marchamo de calidad toresano, la «base» es la Tinta de Toro que se diferencia de otras uvas de Tempranillo en que las viñas de la zona producen bayas más pequeñas con una piel más gruesa y con bajos rendimientos. Durante su estancia en Toro, Martin también pudo comprobar como algunos productores empiezan a darse cuenta del potencial del tinto de Toro, que se caracteriza por su color, su maduración y porque es un vino afrutado y estructurado. «Esta es la naturaleza de los vinos de Toro y nada va a cambiarla, ni debe», sentencia el catador. En su visita a la zona, Martin pudo conocer a muchos productores con visión de futuro y que son conscientes de que Toro puede asumir nuevos retos, pero fomentando «la personalidad y el alma» y sin ocultar los matices del terroir. Martin tiene claro que «vale la pena repetir», sobre todo porque no esperaba encontrar en Toro vinos cargados de elegancia que, como ya asegurara en su visita, está más presente en los caldos toresanos que en los producidos en otras zonas como Ribera del Duero. Además, resalta el potencial de Toro y augura «una posición sólida en el futuro» para la Denominación de Origen. En este informe agradece la colaboración del equipo del Consejo Regulador y de su gerente, Rubén Gil.