Un centenar de personas participó ayer en la jornada «Entre burros y viñedos de Tinta de Toro», organizada por la empresa de enoturismo «El sabor del vintage» y con la que, además de dar el pistoletazo de salida a la Fiesta de la Vendimia de Morales de Toro, se pretendía recaudar fondos para la rehabilitación de la iglesia El Salvador de la localidad.

La Plaza Mayor fue el punto de encuentro de las personas que decidieron colaborar con esta iniciativa y disfrutar de una divertida experiencia que, para muchos, supuso recordar épocas pasadas cuando la vendimia se realizaba en burro. Tras recorrer las calles de la localidad, los participantes se dirigieron al camino de acceso a la bodega «Cañada del pino». Los más pequeños completaron el recorrido a lomos de cuatro burros, mientras que los mayores pudieron admirar durante el trayecto el bello paisaje que conforman los viñedos cargados de uva y listos para la vendimia. En la bodega esperaba Ángel Gallego que ha convertido unas antiguas cuadras es un museo de los oficios, del pan y del vino. Durante la visita guiada por este museo, los participantes pudieron contemplar de cerca y comprobar el funcionamiento de antiguos utensilios y maquinaria agrícola que Gallego ha recopilado y restaurado, con el objetivo de que las nuevas generaciones descubran de qué manera trabajaban los agricultores en otras épocas. Y es que, en este museo, se pueden contemplar un antiguo rastro, un arado reversible, un trillo, una segadora, una aventadora, un molino, una criba, queseras, teleras, colleras, yugos o una elevadora-ensacadora. Tras la visita al museo, los participantes fueron obsequiados con una merienda campestre a base de tortilla de patata, empanada, queso, chorizo, torreznos o limonada de verdejo y vino tinto joven de Toro.

En la iniciativa promovida por Carlos Gallego y Mauri Segovia, los participantes disfrutaron de una jornada campestre propia de la época de vendimia. Además, Gallego resaltó que este recorrido en burro por los viñedos de la Denominación de Origen Toro «puede tener su encanto» y convertirse en un atractivo más para atraer a turistas que buscan en la zona un contacto directo con el viñedo y con el vino. De hecho, la empresa «El sabor del vintage» no descarta ofrecer esta alternativa en un futuro a los turistas que buscan conocer más de cerca la Denominación de Origen Toro.