La Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid recuperará durante este mes dos retablos de la iglesia de San Juan Bautista del barrio de Tagarabuena, unas pinturas murales o el púlpito del templo, trabajos que se enmarcan dentro de una nueva campaña de verano, promovida y financiada por la Fundación González Allende de Toro.

Quince alumnos de la rama de escultura, coordinados por el restaurador, Iván López, iniciaron ayer los trabajos de restauración de las piezas seleccionadas para esta nueva campaña y que son una continuación de la intervención realizada el pasado año. El presidente de la Fundación González Allende, José Navarro Talegón, recordó que estas campañas de verano que, desde hace más de dos décadas el centro madrileño celebra en Toro, persiguen un doble objetivo. El primero tiene un carácter didáctico, ya que sirven para complementar la formación que los alumnos reciben en la Escuela y en sus talleres. Así, como resaltó con intervenciones como las que se desarrollarán durante el mes de julio, los estudiantes tienen la oportunidad de enfrentarse a «problemas diversificados», como la recuperación de pinturas murales o desmontar un retablo, acción que les permitirá descubrir los antiguos anclajes o cómo funcionan los ensamblajes. El segundo objetivo de esta campaña tiene un fin cultural ya que, como recordó Navarro Talegón, esta nueva intervención en el patrimonio toresano permitirá que los retablos y las piezas elegidas «recuperen todo su esplendor». Por su parte, el coordinador de la campaña, Iván López, destacó que esta nueva campaña en Toro supone una continuación de la desarrollada el pasado verano, en la que los alumnos recuperaron el retablo mayor de la iglesia de San Juan Bautista de Tagarabuena. Durante este mes, como explicó, los alumnos participantes en esta iniciativa trabajarán en la recuperación de dos retablos laterales que precisan una profunda limpieza, ya que «presentan una gran capa de suciedad» y en el púlpito del templo. El primero de los retablos en el que está previsto intervenir es el retablo barroco de la Virgen de la Encarnación que, al margen de la suciedad acumulada por el paso del tiempo, también presenta problemas estructurales. Por este motivo, como explicó López, ha sido necesario desmontar parte del ático del retablo que «estaba vencido y que amenazaba con caerse». Así, los alumnos trabajarán durante las próximas semanas en reforzar este retablo, aunque también tendrán que realizar una labor de carpintería y de reintegración de las partes que faltan para recomponerlo. En este punto, el coordinador de la campaña, apuntó que el ático debió perder la parte superior y la solución que se adoptó fue la de taparlo con una tela encolada para ocultar las piezas que faltan. Además, de este retablo de la Virgen de la Encarnación, se ha desmontado un lienzo que presentaba un notable deterioro ya que, como explicó López, por norma general los lienzos se colocan sobre un bastidor para que mantengan la tensión. Sin embargo, el lienzo que será recuperado durante esta campaña estaba clavado a unas tablas, situación que ha propiciado que «la tela haya perdido toda la tensión, está muy deformada y además se ha oxidado el tejido». Para recuperar esta pieza, los alumnos fabricarán un nuevo soporte para que el lienzo recupere toda su «planitud». Este retablo barroco fue costeado por Ana Alonso Marbán en 1709 y fue marmoleado y dorado por los Martínez Estrada. Este retablo cuenta con la peana de la imagen titular entallada en 1717 por Antonio Tomé, más un dosel y otras adiciones de estilo rococó de José del Peso. La Fundación González Allende ya restauró en una intervención anterior la imagen titular de bastidor y su espléndida corona imperial con aureola de ráfagas y estrellas, toda ella de plata, de estilo rococó y que fue acabada a cincel y buril en Salamanca, en el año 1759, por Manuel de Torres.

El segundo retablo que será objeto de una intervención integral es el diseñado y ejecutado en 1731-1732 por el ensamblador toresano Francisco Rico para acoger las reliquias del Papa Pío V. Este retablo fue dorado en 1734 por Ventura Gitrama, cuenta con un tabernáculo agregado en 1798 por Pascual Carles que cerró también las cuatro tecas de sus calles laterales. La talla de San Buenaventura que, en la actualidad se exhibe en el nicho del ático fue restaurada hace años por la Fundación. De este retablo, el coordinador de la campaña de verano destacó el «enmarcamiento de obra» y las pinturas murales que conserva aunque los alumnos realizarán catas porque, al parecer, debajo de esta pintura puede conservarse otra más antigua. Por otra parte, dentro de esta campaña también se procederá a la restauración del púlpito del templo, labrado y policromado por los maestros toresanos, Francisco Rico y Ventura Gitrama. Para desarrollar estos trabajos, los alumnos han procedido a desmontar la pieza del tornavoz del púlpito que también presentaba problemas estructurales y, una vez restaurado, se procederá a reforzar su anclaje a una columna.