La Policía Nacional ha detenido en Málaga a cuatro alumnos de un instituto por presuntamente acosar a una compañera con anorexia a través de las redes sociales. Además, supuestamente rayaron la carrocería de su turismo con los mismos insultos que le proferían en internet. Los arrestados, todos mayores de edad, están imputados por un delito contra la integridad moral -ciberbullying- y daños.

La investigación se inició cuando la víctima, de 20 años y estudiante de segundo de Bachillerato, interpuso una denuncia en la que describía que, desde hacía aproximadamente cuatro meses, estaba sufriendo acoso escolar por parte de varios alumnos del centro educativo donde estudiaba, según informó ayer la Dirección General de la Policía a través de un comunicado. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que el supuesto hostigamiento incluía mensajes difamatorios y fotografías durísimas de casos de anorexia que los jóvenes conseguían a través de la red.

Según la versión policial, la joven encontró previamente su vehículo completamente rayado con los mismos insultos que le proferían a través de internet. Estas ofensas también le llegaban a su móvil a través de una aplicación de mensajería instantánea, apuntaron las fuentes policiales. Los investigadores, "tras una ardua y rápida actuación", identificaron y detuvieron a los presuntos autores, los cuales resultaron ser cuatro compañeros, alumnos del mismo centro educativo al que pertenecía la víctima.

Desde la Policía Nacional explican que el ciberacoso o ciberbullying es una modalidad del acoso que se materializa, en la mayoría de los casos, en el ámbito escolar. Este hostigamiento es sostenido en el tiempo y cometido con cierta regularidad, utilizando como medio de difamación principal las tecnologías de información y la comunicación. La policía, mediante el Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar, ofrece a los escolares "una continuada formación en materia de prevención en delitos cuyas víctimas son los menores". El objetivo es "garantizar la seguridad en los centros educativos y su entorno, erradicar cualquier conducta violenta y fortalecer la cooperación policial con la comunidad escolar".

Asimismo, se mantienen contactos periódicos con los centros educativos para ofrecerles apoyo y experiencia en casos de acoso escolar; consumo de drogas y alcohol por los menores; presencia de bandas juveniles o conductas incívicas y vandálicas; situaciones de racismo o xenofobia, y consejos ante el uso de internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo de Investigación de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Málaga.