Los informes municipales han sido claros al respecto: ninguna procesión podrá pasar por la rúa de los Notarios en su periplo hacia la Catedral. El Ayuntamiento de Zamora ha esperado a contar con la opinión de los expertos y al final ha tomado la determinación de cerrar el paso a los desfiles por cuestiones de seguridad. Los viandantes sí podrán utilizar este espacio, dado que el vallado que se instalará dejará tres metros libres para los peatones. Un vallado, por cierto, que en las próximas horas se transformará en algo "más consistente y decoroso" que lo existente en la actualidad. Ahora, hasta seis cofradías (Espíritu Santo, Vía Crucis, Silencio, Esperanza, Vera Cruz y Santo Entierro) deberán cambiar sus itinerarios. El Consistorio así se lo ha transmitido a la Junta pro Semana Santa y hará lo propio en la jornada de hoy en una reunión de coordinación con los responsables de las procesiones afectadas.

La medida adoptada por el Ayuntamiento de Zamora obliga a los desfiles a optar por un recorrido más serpenteante que el habitual para salvar el tramo de la rúa de los Notarios afectada por el riesgo de ruina de un edificio y llegar a la Catedral.

Los pasos deberán realizar un primer giro en la plaza de los Ciento para proseguir hacia la rúa del Silencio, conocida anteriormente como calle Magistral Erro, y nuevamente efectuar otro giro para avanzar por la plaza de Arias Gonzalo, por el centro de la vía, y seguir por la calle Obispo Manso, por el centro, hasta alcanzar un lateral de la Catedral, lo que obligará nuevamente a los cargadores a virar los pasos que desfilan en la Vera Cruz, Santo Entierro o La Esperanza para acceder al atrio del primer templo diocesano.

"Esta es la única posibilidad que tenemos porque las mesas de los pasos son muy anchas y no hubieran podido pasar por el espacio que quedará libre, de hecho la de la Esperanza tiene más de 2,5 metros de longitud", expresó ayer la presidenta de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza, María José Herrero, mientras que el abad del Espíritu Santo, Juan Antonio Haedo, señaló que en su hermandad, pese a ser la menos perjudicada porque solo le afecta a una parte del regreso tras el acto en la Catedral, "el equipo de organización se planteó hace días un recorrido alternativo al conocer el problema en el inmueble porque creemos que debe primar la seguridad".

Las cofradías, que han analizado concienzudamente el único itinerario viable, necesitan que en la plaza de los Ciento se poden las ramas más exteriores de uno de los abetos al igual que de un árbol situado en la plaza de Antonio de Águila. A mayores, el paso de los grupos escultóricos requiere la elevación hasta los seis metros de, al menos, uno de los cables situados en la rúa del Silencio.

Actuaciones

El grupo municipal del Partido Popular afeaba ayer al Ayuntamiento de Zamora que no hubiera actuado antes para prevenir este desenlace. Víctor López de la Parte, de hecho, ha asegurado que el equipo de Gobierno conocía el estado del edificio desde el mes de marzo de 2017 sin que se haya hecho nada al respecto. "Ha pasado más de un año desde entonces y lo único cierto es que el equipo de Gobierno ha mirado para otro lado, pasando de su responsabilidad y comprometiendo la seguridad de zamoranos y de visitantes", ha declarado el viceportavoz de los populares.

El alcalde, Francisco Guarido, ha sido tajante al respecto. "Mantener la seguridad del inmueble corresponde a sus propietarios. Estamos hablando de un edificio que no se encuentra en estado de ruina, por lo que el proceso es más lento. En estas circunstancias, el Ayuntamiento no puede actuar de manera subsidiaria", ha señalado.