"Llevo toda la vida pintando, es una de mis pasiones". El zamorano Anselmo Esteban Díaz presenta su particular colección de láminas realizadas con lápices de colores y con los pasos más emblemáticos de la Semana Santa zamorana como protagonistas. Y da buena cuenta de que su destreza con el carboncillo es más que una afición que ha ido cultivando con el paso del tiempo "porque no pude estudiar en una escuela de arte", explica el pintor, nacido en 1961.

Sus primeros pasos frente a los lienzos en blanco los dio de la mano de Carlos San Gregorio "en la escuela de Educación y Descanso que había en el teatro Ramos Carrión", recuerda. "Él fue quien me enseñó todo en cuanto a dibujo", agradece el artista. Y también quien le aconsejó que continuara con la técnica del lápiz. "Me defiendo con otras modalidades, pero lo mío es el dibujo", reconoce el pintor, que también tuvo como maestros "a Rodri y Patxi Acevedo", enumera.

Realismo

Y así lo demuestra en esta colección de láminas de Semana Santa, que ofrecen de una manera muy realista pasos como la Soledad, Jesús Nazareno, La Redención, la Esperanza o el Cristo de las Injurias, que procesiona hoy con la cofradía del Silencio. "En estos días estoy terminando un dibujo sobre un primer plano de la Verónica", explica sobre su última obra.

Los aficionados a la pintura han seguido los pasos de Esteban Díaz desde hace años. "En 1993 hice ya una exposición en un café galería que había en la plaza de los Ciento, en el casco antiguo, también con obras de Semana Santa, hechas a plumilla", recuerda sobre su andadura profesional.

Con esta nueva colección pretende "llegar a la calle, para dar a conocer estas pinturas". A ello le ayudan diferentes establecimientos de la capital, que exponen sus obras estos días en los escaparates.

Cofrade de cinco hermandades -Espíritu Santo, Tercera Caída, Santo Entierro, Jesús Nazareno y Resurrección- considera una de sus mejores obras la que muestra el rostro de La Soledad "que es una imagen de culto en la ciudad", apunta. La imagen también la tiene recreada a la salida de la iglesia de San Juan, con su portada de fondo. Sin embargo, tiene verdadera pasión por La Redención, paso que carga desde hace cuatro años. "Es la verdadera joya de la corona de la Semana Santa zamorana", considera.