Considerado el hombre más sabio de su época, Isidoro nació en Cartagena hacia el año 560, y fue hermano de otros tres santos: Leandro, Fulgencio y Florentina. Entre sus muchos escritos (de teología, historia, geografía, astronomía, lingüística, etc.) destacan sus "Etimologías", en las que condensó lo más importante del saber de su tiempo, y que fue texto obligado durante toda la Edad Media en Europa. Fue maestro, entre otros, de San Ildefonso de Toledo, cuyos restos se veneran en Zamora. Sucedió a su hermano Leandro en la sede episcopal de Sevilla, y completó su labor de la conversión de los visigodos del arrianismo a la fe católica. Presidió dos concilios locales y decretó que hubiera un seminario en cada diócesis. Murió en el año 636, y sus restos se conservan en León. Doctor de la Iglesia desde 1722, su fiesta se celebra el 26 de abril.