En la primera mitad del siglo XIX, cuando regía los destinos de España la reina gobernadora doña María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, entre 1833 y 1840, durante una parte de la minoría de edad de su hija Isabel, Zamora fue declarada "Plaza Fuerte", para lo que hubieron de hacerse importantes obras que recompusieran el castillo y sus aledaños. Fue preciso hacer una fortificación de la ciudad suficiente para una defensa eficaz en caso de ataque enemigo. La Catedral, el Palacio Episcopal y el Castillo tuvieron que unirse para constituir una fortaleza a tono con la categoría de "Plaza Fuerte" que se le había otorgado.

El Castillo, como fortaleza defensiva de la ciudad ya existía desde los tiempos del reinado de Fernando I de León, mediado el siglo XI. Cuando su hija Doña Urraca tomó posesión como Señora de Zamora, hablaban las crónicas de esta fortificación cuyo recinto fue sitiado por su hermano Sancho II "El Fuerte".

Siempre tuvo Zamora importancia estratégica en el proceso de la Reconquista y en otras contiendas posteriores, en las que fue determinante el papel defensivo de su fortaleza. Bajo el reinado de Felipe V se hicieron en el castillo importantes reformas destinadas a adaptarlo a las nuevas técnicas de guerra con la artillería.

Actualmente, se conserva el perímetro del Castillo, rodeado de un foso que permanece íntegro. Han llegado hasta la actualidad los muros de mayor importancia, el patio de armas y la torre del homenaje. Desde 1949 es un Espacio Protegido , que estuvo dedicado a "Escuela de Artes y Oficios", también fue Escuela de Diseño y Escuela Oficial de Idiomas.

Después de cuatro años de obras, en el año 2009 concluyeron los trabajos de recuperación y consolidación, presentando una imagen abierta al turismo que lo visita con bastante interés.

Tiene una planta en forma de rombo, destacando tres torres, dos con cinco puntas y una con siete. Todo el edificio está rodeado por un foso de considerable profundidad. Para acceder al Castillo hay un puente que antaño fue levadizo, por el que se entra a una puerta de arco apuntado. Esta fortaleza forma la parte más destacada del recinto amurallado de la ciudad.