El pasado 17 de febrero estuve en el palacio de Vistalegre de Madrid en el homenaje póstumo al ganadero Victorino Martín fallecido hace unos meses. En el Palacio de Vistalegre estuvo ubicada la plaza de toros de Carabanchel, coso emblemático en la historia de la tauromaquia. Carabanchel, barrio madrileño con larga tradición taurina y así citado en la zarzuela "La verbena de la Paloma".

Pues bien, en el nuevo coso de Carabanchel tuvo lugar este homenaje. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Victorino Martín (hijo) para los diestros. Curro Díaz, Daniel Luque y Emilio de Justo. Después del paseíllo con los toreros desmonterados se guardó un minuto de silencio en memoria del ganadero fallecido.

Después se leyó por megafonía de la plaza unas palabras dedicadas a él. Terminando el acto con una sentida ovación por los aficionados. Yo destacaría de la tarde dos toros con la casta y ese punto de incertidumbre de esta ganadería que correspondieron a Curro Díaz y Emilio de Justo a los que instrumentaron una tanda de verónicas y naturales que hicieron que los olés resonaran en la plaza. Cortaron una oreja cada uno.

Ambiente taurino en la plaza con aficionados vecinos de distintas partes de España. Terminado el festejo y al salir por la entrada principal donde dos toros en bronce flanquean dicha entrada, me acordé de las palabras de la zarzuela de la verbena de la paloma: ... y a los toros de Carabanchel.

Alfonso Pablos Flórez