Esta expresión se suele utilizar cuando quien era muy esperado se presenta tarde, cuando ya no sirve para lo que se deseaba.

Los "mangas verdes" eran los cuadrilleros de la Santa Hermandad, quienes vestían de verde y se encargaban de detener y encarcelar a los malhechores, y que habitualmente llegaban tarde, cuando los ladrones ya se habían dado a la fuga. De ahí la expresión tan comunmente utilizada.

Los "mangas verdes" eran también aquellos alguaciles o agentes municipales de los siglos XVIII-XIX, antecesores de los Policías Municipales que tenían a su cargo la vigilancia de la ciudad tanto de día como de noche. Del uniforme con la bocamanga verde que solían vestir en muchas ciudades, se aplicaba igualmente la expresión "a buenas horas mangas verdes" cuando llegaban tarde al lugar donde debían prestar algún servicio.

Es oportuno recordar que, en Zamora, dio comienzo el servicio de serenos encargados de la vigilancia nocturna de la ciudad a partir de una propuesta que hizo un valenciano, llamado Vicente Oller, en el mes de marzo del año 1794 en la que exponía: "Conviniendo al buen gobierno y comodidad del vecindario que haya un celador en cada barrio, que ande desde las diez en tiempo de invierno y desde las once en tiempo de verano, hasta el amanecer, con un farol encendido y un chuzo para su defensa, publicando con voz alta la hora y cuartos de ella que fueren, y si el tiempo está sereno, nublado o lloviendo, dando luz de su farol a quien la pida, llamar al médico, cirujano o comadrona, botica o avisar a la Iglesia para la suministración de los Santos Sacramentos, y siempre evitando cuánto daño sea posible ...".

La Corporación municipal admitió la propuesta en los términos pactados y a partir de aquella fecha comenzó la vigilancia nocturna de Zamora. En años sucesivos, el Ayuntamiento organizó, mejoró y controló las funciones atribuidas a los Serenos y otros Agentes de la Autoridad municipal, estableciendo reglamentos y normas para el adecuado funcionamiento de estos Cuerpos de Serenos, Alguaciles, Guardias, Policías o cualquier otra denominación que se le haya venido dando a los encargados de velar por el buen orden y seguridad de la población.