La verdad es que las ferias y fiestas de San Pedro este año en Zamora han estado marcadas por una gran animación en todos los aspectos y a todos los niveles, habiendo contribuido a ello, como ha asegurado la edil responsable del capítulo de festejos, María Eugenia Cabezas, la diversidad y calidad de los numerosos actos programados, dirigidos a todos los públicos, y contando como siempre con el buen tiempo propio de la época. No resulta una novedad el éxito, porque cada San Pedro de estos últimos años ha supuesto un hito colorista, vibrante y sonoro, con las calles abarrotadas de gente disfrutando del espíritu festivo vivido por la ciudad. Pero es lógico que desde el Ayuntamiento se alardee de ello.

No han faltado sin embargo, como suele ocurrir, algunas distorsiones, fallos o malas voluntades, incluso, como los destrozos causados en la plaza de Santa Lucía, en una de las actuaciones celebradas, por lo que desde la Alcaldía se ha abierto una investigación para localizar a los vándalos y que paguen los destrozos causados en asientos y en el mismo escenario. Pero no solo esto, porque además se ha quejado el Ayuntamiento de la capital, y llueve sobre mojado en este caso, del comportamiento de la llamada Comisión de Peñas a la que el alcalde, Guarido, ha acusado de incitar en ocasiones al conflicto, por lo que el Ayuntamiento ha tomado la decisión en firme de romper con la Comisión y entenderse cuando llegue el momento directamente con los representantes personales de las peñas. Una medida que justifican además en los diversos casos de descoordinación, la falta de información y las acusaciones malévolas que se han producido durante el desarrollo de las fiestas.

Han sido las redes sociales otro marco que ha determinado también parte de los desencuentros surgidos en el balance festivo, en especial la presunta actuación del edil del PP Víctor López a quien el alcalde ha acusado de retuitear mensajes ofensivos con insultos contra Guarido, algo que fue calificado en el Ayuntamiento como políticamente deplorable y condenable. Y no solo políticamente, cabría añadir, aunque el PP se ha apresurado a desmentir la denuncia de Guarido. Si la acusación fuese cierta, sería una lástima porque el joven concejal fue el único representante de los populares que llevó a cabo una positiva labor en la infecunda etapa de Valdeón como alcaldesa, lo que le permitió seguir en su puesto. Aparte, López fue el responsable del programa de ferias en los años anteriores y cumplió bien, tan bien como lo han hecho ahora los de IU-PSOE. Pasarse a la demagogia es camino equivocado.

Y es que la pérdida del Ayuntamiento les sigue haciendo pupa a los ediles del PP, que no consiguen superar el resentimiento. Así que sale Maíllo, que debe ser el único que no se ha enterado aún de que unas elecciones generales no son nunca extrapolables a unos comicios locales, y asegura y se queda tan ancho que con los resultados del domingo Guarido no sería alcalde. Tras lo cual vuelve a implorar el apoyo del PSOE y Ciudadanos para que Rajoy siga habitando en la Moncloa. Pese a que parezca que están muriendo de éxito, la inseguridad atenaza todavía a los populares.