Nuestra clase política no está asistida por la inteligencia, tal vez por la artería del depredador, sus sentimientos son los de la loba a sus cachorros o al corderillo indefenso. Ya que lo han provocado, deberían leer obligatoriamente el reportaje publicado en este diario el viernes 17 firmado por B. Blanco García, en el que entrevista a los chavales que acudirán a las urnas por primera vez, ya que en diciembre no habían cumplido la mayoría de edad.

Qué pena que el futuro de España, los polluelos que rompen el cascarón, nazcan sin ilusión ni esperanza. No conocen más, pero ya abominan la política rastrera en la que estamos hundidos, están comprobando con dolor que los líderes "No buscan el bien del pueblo sino su propio beneficio C.A.Z.". Señores, es para echarse a llorar antes de que se nos sequen las lágrimas.

F. Mario Santos (Zamora)