Ha comenzado el mes de junio con la buena nueva, por previsible que fuese, de la disminución del paro, dado que casi 120.000 personas encontraron un puesto de trabajo el pasado mayo. Ocurre todos los años por esta época, con el comienzo de la temporada veraniega y el aumento del turismo, pero hacía mucho que no se conseguía una cifra tan prometedora de cara a los meses venideros y sobre todo tan significativa pues supone que haya descendido de los cuatro millones el número de parados.

Siempre que como pasa en los contratos no se lea la letra pequeña, porque entonces las cosas varían un tanto. Basta, por ejemplo, con asomarse a la última EPA, la encuesta de población activa dada a conocer en abril, y volvemos a topar con esa cifra de cuatro millones y aun más: 4,8 millones de parados, a expensas de lo que la EPA cuente el mes que viene referido al segundo trimestre del año. Pues el descenso que ahora se conoce, y bienvenido sea, se refiere a los inscritos en las oficinas de los servicios de empleo, el antiguo INEM, y solo a eso. Pero de sobra se sabe que ya no están inscritos en el paro los que hubieran de salir a otros países a trabajar. Ni suelen estar los que han dejado ya de cobrar las prestaciones del desempleo. Ni los que no confían en la eficacia de estas oficinas de colocación que según la estadística oficial apenas si consigue empleo a un 3% de quienes lo solicitan. Aparte, claro, de las condiciones en que se suele producir la creación de este empleo: en esta ocasión, el 91% es trabajo temporal, y en el resto abundan los del tiempo parcial.

En fin, que tampoco es para tirar cohetes ni lanzar las campanas al vuelo como se ha apresurado a hacer el PP, a quien desde luego viene muy bien el dato de cara a las elecciones del día 26. En Zamora, también se ha notado positivamente el descenso del paro pues ahora se cuenta con 636 desempleados menos, una buena noticia. Sin embargo, si se vuelve a la letra pequeña resulta que la población ocupada en la provincia sigue un descenso y es menor que hace un año por estas fechas. Al contrario que en el resto del país donde se ha producido un aumento de cotizantes a la Seguridad Social, que es lo más importante sobre todo de cara a la hucha de las pensiones. Para el PP en campaña, estos datos demuestran que la recuperación ha llegado, pero naturalmente desde el resto de los partidos y desde los sindicatos la situación no se ve de modo tan optimista.

Ha de aferrarse el PP como clavo ardiendo a estas oportunidades pues las encuestas incluso las que manejan los propios partidos inciden en reiterar los mismos resultados con muy ligeras variantes, en unos casos a favor y otros en contra. Pero el 70% del electorado español no quiere que siga gobernando el PP, esa es la conclusión más diáfana. A los conservadores les queda la esperanza fundada de que Ciudadanos los salve del naufragio y entre los dos partidos puedan sumar lo suficiente. Parece que Rivera, tras su ridículo viaje a Venezuela, ha dejado de poner trabas personales a Rajoy. Y los socialistas de salón siguen presionando a Sánchez para la abstención. Blanco y en botella.