El hombre libre es aquel que es dueño de su futuro. La libertad no puede ser vendida por ningún dinero.

En los últimos tiempos, constantemente, estamos escuchando que el llamado fondo de reserva o "hucha de pensiones" está al límite y sus días están contados, ello es una realidad, no nos engañemos.

La Seguridad Social, según los expertos y analistas, ha cerrado el ejercicio 2015 con un déficit muy superior al previsto inicialmente por el Gobierno de la nación, y no parece que el año en curso vaya a ser mejor. Aviso para navegantes, presentes y futuros pensionistas.

Se operaron reformas en los años 2011 y 2013 que si bien fueron importantes, tal vez llegaron tarde, teniendo en cuenta que en los últimos años lo recaudado ha sido inferior a lo esperado y gastado.

Se impone la austeridad si se quiere garantizar el futuro de las pensiones. Creo que los gobiernos, en este tema tan delicado, deben hablar a los ciudadanos con suma claridad; hay un problema importante y se trata de solventarlo, pues si bien es cierto que se está generando empleo, este no es de calidad, y las bajas cotizaciones lo que reportan son pocos ingresos a la Seguridad Social, cuando podemos ver que los gastos se incrementan constantemente.

Los ciudadanos hemos de asimilar, de una vez y para siempre, que el Estado no nos va a garantizar una vejez digna; esa idea que muchas personas tenían de "vivir al día", confiados en que el Estado estaba siempre ahí, para cubrir todo tipo de necesidades, hemos de olvidarla.

Todos sabemos que, hace ya muchos años, tal vez desde hace varias décadas, si no se tomaban medidas en el tema de pensiones esto iba a terminar mal, porque tal vez se concedieron jubilaciones anticipadas a colectivos considerables, y entonces se pensaba que todo mejoraría, se creaba déficit y no pasaba nada, todos tan contentos, pero ha llegado el momento de verle las orejas al lobo.

Antes estábamos todos confiados en vivir dignamente de una buena pensión, pero eso no va a ser así en el futuro, tal vez la buena pensión era la de los abuelos; según las estadísticas en el pasado año 2015 el 80% de los jubilados tuvo que ayudar a sus hijos, cuando en el año 2010 ese porcentaje solo era del 20%.

Los gobiernos, entendámoslo, no pueden manejar a su antojo nuestra futura vejez, pues se da la sensación de que hablan para tontos, y no es así, no se puede mentir, señores políticos, los ciudadanos no somos tontos. El Estado no tiene huchas, en el Estado solo hay una caja única y el dinero no se puede gastar alegremente, hemos de pensar en el futuro, y ante todo fomentar y premiar el ahorro y el esfuerzo.

Hemos de responsabilizarnos de nuestro futuro y olvidarnos del lema del Carpe Diem, es decir, de vivir el momento, de vivir al día.

Para concluir estas líneas, recordaré la frase tan conocida en nuestra querida tierra zamorana de "Dad limosna a este pobre calderero que Dios le alargó la vida y se le acabó el dinero".

Los tiempos futuros, en materia de pensiones de Seguridad Social, no parecen pintar bien. A ahorrar toca, si queremos tener unas pensiones que nos permitan llevar una vejez digna, esto es, que nos cubran nuestras necesidades básicas.

Pedro Bécares de Lera (Valladolid)