Un amigo zamorano, residente en la Costa del Sol, me cuenta que comentando hace poco la situación política de España, sin Gobierno desde diciembre, unos belgas, vecinos suyos, le afirmaron de modo rotundo que sin Gobierno se vive mejor. Y lo aseguraban desde la experiencia, pues Bélgica posee el récord mundial al respecto, dado que los partidos políticos tardaron casi dos años, en 2011, en poder formar un Ejecutivo de coalición. Y no era la primera vez que sucedía, pues ya unos años antes, y en plena crisis, el retraso fue cercano al año, e incluso bastante antes, en la década de los 80, habían probado lo que es estar sin Gobierno durante medio año. En fin, que cabe suponer que los belgas saben lo que dicen, porque es que, además, los datos ratificaron plenamente el éxito de ese vacío de poder.

Resulta que en ese tiempo, la economía de Bélgica evolucionó mejor que la media de los países europeos y lo mismo ocurrió con el paro y las cuentas públicas. Y mucho mejor, desde luego, que la España de Zapatero primero y de Rajoy después. De modo que no se entiende muy bien que ahora, desde Bruselas, venga la UE a dar consejos a los españoles advirtiendo del peligro que supone que nuestro país se encuentre sin Gobierno. ¿Peligro, para quién? Para las oligarquías, las élites, los del Ibex, los mercados y los políticos. Analizando la situación de aquellos casi dos años, un prestigioso economista liberal belga no dudó en afirmar que aquel periodo fue una bendición para Bélgica y los belgas, pues sin la exagerada dosis de autoridad europea la economía funcionó mucho mejor.

Es lo que pasa: que aunque haya un Ejecutivo solo en funciones, la máquina del Estado sigue funcionando igual. Igual de bien o de mal, según. Pero no se para. Solo que no hay Boletín Oficial del Estado, pues no hay decretos ni leyes. Si no hubiese habido Gobierno en la época del peripatético Zapatero nos hubiésemos librado de tantas leyes innecesarias que solo han servido a la postre para volver a dividir a los españoles. Si no hubiese habido Gobierno en la época de Rajoy nos hubiésemos salvado de subidas de impuestos, congelación de salarios y pensiones, y las medidas de ahorro que tanto han desgastado el estado del bienestar sobre todo en cuanto salud y educación públicas se refiere. Aparte de que si de algo no podemos quejarnos es de falta de gobiernos y gobernantes en España, con 17 gobiernillos regionales que ahí están, a los que cabe añadir las diputaciones y otros entes dedicados a que los que viven de la política puedan mantener sus injustos privilegios.

O sea, que tampoco hay que desesperarse, de atender el ejemplo belga, si en junio hay que celebrar nuevas elecciones. Encima, si los resultados como todo el mundo prevé son casi idénticos a los del 20D, habrá que repetir una vez más la jugada con lo cual casi que se estará en condiciones de disputar el récord a Bélgica. Y es lo que todo indica que va a ocurrir, con Ciudadanos y Podemos negándose a una coalición triple con el PSOE, que salvaría la situación. El partido de Rivera, cada día más, parece puro marketing, sin sustancia alguna. Pero ellos y los de Iglesias, en el pecado llevarán la penitencia.