El pasado domingo día 10, en los campos de fútbol de Benavente (Alonso Pimentel), mientras miraba los partidos de fútbol que allí se jugaban, observe atónito, cómo en uno de los campos de fútbol 7, o sea niños, los aficionados de ambos equipos se enzarzaban a gritos e insultos hacia el arbitro y los contrarios, llegando casi a la agresión, teniendo que dar por terminado el arbitro el partido 10 minutos antes de tiempo, privando a los niños de disfrutar de su deporte favorito. Mientras tanto en el campo adyacente, unos niños luchaban sin ningún temor por la pelota, con algunos detalles poco deportivos, hasta tal punto que uno de los niños propino a un contrario una patada cerca de la cabeza. Tras este percance una madre salto al terreno de juego diciendo a ese niño, "Bien, hijo, tenías que haberle partido la boca". Apoyado en la barrera que rodea el terreno de juego se encontraba otro niño que desconsolado con la situación, daba golpes hasta con la cabeza a dicha barrera, insultando a padres, madres, niños y todo lo que se le pusiera por el medio, con una rabia tal que el pobre lloraba con una rabia desorbitada.

Y digo yo, ¿es esto fútbol o es solamente una forma de mostrar las desilusiones de algunas personas? Tratamos de educar a nuestros hijos lo mejor posible en todas las facetas de la vida, y en el fútbol se pierden todos los valores, con tal de lograr nuestro objetivo, que es ganar siempre.

Pues si esto es el fútbol, yo prefiero quedarme en casa, y se lo dice alguien que se dedica a fomentar el fútbol base de todas las edades, en un club de la provincia.

Francisco Javier Gutiérrez

(Zamora)