Nuestra Señora de San Antolín (la Concha) me ha visto crecer (como a miles de zamoranos), y jugar por el barrio de San Antolín, allá en la nebulosa de los años sesenta, su cara angelical me reconforta, y trae a mi mente recuerdos imborrables para mí cuando la visito en la iglesia de San Vicente.

Dice nuestro regidor municipal que la formación Izquierda Unida, y, por ende, él, como máximo responsable de la política del Ayuntamiento de la capital, no asistirá a los actos conmemorativos de nuestra querida y amada patrona; parece ser, que su ética de la convicción y responsabilidad política se lo impide.

El politólogo alemán Max Weber, decía: "que la convicción política se rige únicamente por principios morales, y donde siempre, debe primar la verdad". De la responsabilidad política decía: "que el criterio último para decidir ha de fundamentarse en las consecuencias de la acción política; ambas éticas aunque muy distintas se complementan". Ya, en la antigua Roma se separaban los conceptos de IUS (normas jurídicas) y el FAS (las relaciones con los dioses). Hablando en román paladino, el alcalde zamorano se enfrenta con las costumbres y tradiciones más enraizadas de nuestra ciudad, lo que, indudablemente le pasará factura. ¿Debe nuestro alcalde olvidarse de sus convicciones políticas y aferrarse a las tradiciones de su pueblo? Como diría Bob Dylan: La respuesta está en el viento.

Juan María Muradas

(Zamora)