N i la existencia de los ovnis, ni la composición del recibo de la luz: el mayor misterio que se plantea en nuestros días es qué pensará un votante del PP cuando se mira al espejo por las mañanas. Porque ese votante puede ser un tipo cualquiera, e incluso yo lo he sido alguna vez, pero en este caso, no logro imaginar lo que se responde a sí mismo cuando se pregunta qué ha obtenido votando a Rajoy.

Hasta hace cuatro días, Bolinaga andaba por ahí tomando cañas por las bares. Con coartada de tribunal ajeno o sin ella, con doctrina nosecuantos o si ella, toda una horda de etarras ha regresado a las calles sin rastro de arrepentimiento.

Cuando estaban en la oposición recurrieron ante el Constitucional la ley del aborto de Zapatero. Llegaron al poder con mayoría absoluta y no la han cambiado. ¿Tan inconstitucional era?

Cuando estaban en la oposición recurrieron ante el Constitucional el matrimonio gay. Llegaron al poder con mayoría absoluta y decidieron dejarlo como estaba. ¿Presentaron el recurso porque se aburrían? Cuando estaban en la oposición recurrieron ante el Constitucional la Ley de la Memoria Histórica. Llegaron al poder con mayoría absoluta y todo sigue igual. ¿De quién se estaban riendo? Exigieron que la ley de violencia de género fuese simétrica, con las mismas penas si el maltratador era un hombre que si era una mujer. Llegaron al poder con mayoría absoluta, y solo los hombres van a la cárcel, aunque muchos divorciados sigan si poder ver a sus hijos y sufran toda clase de vejaciones.

Zapatero subió el IVA del dieciséis al diecinueve por ciento. Rajoy, del diecinueve al veintiuno, y sacó hasta las gafas del tipo reducido. Cojonudo. Subieron las cotizaciones a los autónomos y recuperaron el Impuesto del Patrimonio.

La ley de educación, que tan mala era, esperaron a cambiarla a última hora y solo para sustituirla por otra igual de chupilerendi. Artur Mas le toma el pelo en todos los tiempos verbales, por activa y por pasiva, situaciones transitivas e intransitivas.

Las comunidades autónomas que cumplen con el déficit se joroban y las que gastan con alegría reciben el rescate de todos. El endeudamiento del Estado se ha duplicado, y se ha duplicado para gasto corriente y no para inversión.

Ha subido la luz, el paro sigue por encima del heredado de Zapatero, y la gasolina subió el doble con la subida del petróleo de lo que ahora desciende con la bajada de precios de la materia prima.

Y de corrupción ya no hablo por falta de espacio, que esto es un periódico y no una enciclopedia en doce tomos.

Al votante de Rajoy, solo queda ya decirle: "Sé fuerte, amigo, sé fuerte". Como Bárcenas.

Anda que...