Una gastronomía marcada por una extensa tradición quesera y aceitera, así como una viña que ha aportado denominación de origen a su vino satisfacen las necesidades de los paladares exquisitos que visitan la región del Somontano. A ello hay que sumar una amplia oferta cultural, configurada por un patrimonio histórico que comprende un espléndido conjunto de pinturas rupestres que forman parte del patrimonio mundial, una red de centros museísticos que albergan importantes elementos de la etnografía, tradición, leyendas y naturaleza de la región y construcciones que se extienden desde los tiempos del arte románico al barroco.