Epicúreo de oficio, analista por devoción y docente por experiencia. Así es Agostinho Peixoto, un experto en vinos, en gastronomía y en turismo. O sea en vida. Es consciente de que esta tierra nuestra -la de un lado y otro de la Raya, que la naturaleza no entiende de fronteras- está sujeta por una geografía amplia, rolliza y carnal. Esto es, que nos sobra territorio y que a él está agarrado nuestro futuro. Defiende el enoturismo con conocimiento de causa: en Portugal trabajan en este sector más de 100.000 personas, y cree que el Duero como marca es muy vendible. Eso sí, según él, el proyecto Duero-Douro debe pasar "de inmediato" a manos del sector privado empresarial.

Es Agostinho Peixoto hombre renacentista, de conocimientos amplios. Y tiene otra facultad muy valorada -e insólita- en estos tiempos, el optimismo: "Portugal y España elaboran los mejores vinos del mundo, conjuntamente con Francia e Italia". Por eso, asegura, los vinos españoles y portugueses tienen "un excelente futuro, lleno de oportunidades y con gran fortaleza para poder conquistar nuevos mercados". "El vino es cultura, tradición, modernidad, fiesta, verdad, felicidad, pasión y amor...". Difícil mejorar esta definición del vino.

Agostinho Peixoto participa mañana en la I Jornada Internacional de Enoturismo que organiza LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en la sede de la Fundación Rei Afonso Henriques (cinco de la tarde). Hablará sobre "Experiencias de Enoturismo en Oporto y Norte de Portugal".

-¿Qué grado de desarrollo ha alcanzado el enoturismo en la Región Norte de Portugal?

-El enoturismo, que agrupa la oferta gastronómica y vinícola, constituye uno de los más importantes productos estratégicos de Oporto y el Norte de Portugal. En esta actividad trabajan más de 100.000 personas. El año pasado creció más de un 11% en las regiones del Miño y del Duero. Las bodegas de Oporto y Vila Nova de Gaia suponen una oferta perfecta de enoturismo urbano. El sector es la mejor plataforma para dar a conocer unos vinos únicos y un acervo gastronómico singular.

-¿Los visitantes que llegan a Oporto se conforman con conocer las bodegas o demandan otro tipo de actividades?

-El mercado turístico está en constante mutación y es muy dinámico. Eso supone un reto de adaptación para las empresas. Los visitantes que llegan a Oporto quieren, sobre todo, conocer las bodegas, pero también degustar una gastronomía singular. Quien viene se interesa por conocer la historia, las costumbres del lugar, todo. El turista busca aquello que lo haga feliz. Hay diferentes visitantes, los que van solo a las bodegas y quienes quieren conocer la ciudad, el paisaje, el patrimonio artístico, los restaurantes, la cultura de la zona.

-¿Conoce a fondo el proyecto Duero-Douro?

-El río Duero es por si mismo un elemento que marca la oferta turística de la región y es fundamental con vistas a una estrategia conjunta del Norte de Portugal y Castilla y León. El Duero en la parte portuguesa es ya una marca con notoriedad nacional e internacional por sus viñas, por sus bodegas, por sus paisajes que son patrimonio de la Unesco. El proyecto Duero-Douro tiene una gran potencialidad, pero debe pasar de inmediato a manos del sector privado para impulsar su desarrollo con mentalidad empresarial. Creo que la oferta conjunta del Duero puede tener un gran éxito en el mercado ruso, japonés y norteamericano, principalmente.

-¿Está convencido entonces de que el Duero como marca es "vendible" en el exterior?

-La región del Duero es "vendible", tanto económica como socialmente porque atesora grandes atractivos. Es un río navegable en la parte portuguesa, goza de un patrimonio natural y artístico singular, único, reconocido por la Unesco. Goza de una gastronomía especial, el mejor vino del mundo, sus gentes son hospitalarias, tiene buenos hoteles, turismo rural, cuenta con vías de comunicación modernas, una restauración genuina. Es, por todos sus componentes, un destino turístico excelente.

-¿Es partidario de ofrecer un "paquete" conjunto en el que se engloben todas las denominaciones de origen y calificaciones de calidad del Duero, desde la cabecera hasta Oporto?

-Las agencias de viajes y los operadores turísticos nacionales ya ofrecen paquetes turísticos integrados en los territorios que abarca el Miño. Lo del Duero supone un desafío grande, pero de éxito financiero seguro.

-¿Cuál es el secreto para que una oferta de enoturismo sea rentable?

-Que sea profesional y de calidad, con vinos y productos excelentes, instalaciones modernas con un personal cualificado, una buena imagen de marketing y autenticidad, es preciso colocar al visitante en el centro de la actividad.

-¿Que va a defender en la I Jornada Internacional que organiza este periódico?

-Hablaré de los productos turísticos estratégicos en Oporto y en el Norte de Portugal, de los nuevos productos turísticos complementarios al enoturismo. También de las denominaciones de origen del vino y no me olvidaré tampoco de ejemplos de buenas prácticas y de acontecimientos ligados con el sector.

-¿Hay alguna fórmula para conseguir que los jóvenes entren en el mundo del vino?

-Los jóvenes de Oporto y del Norte de Portugal consumen cada vez más vino. Está de moda. Se deben hacer campañas de marketing y organizar actividades musicales que incluyan la promoción del vino y de sus beneficios.

-¿Por qué la publicidad del vino está tan centrada en el segmento de población que está por encima de los 30 años?

-No es verdad. Ahí está el ejemplo del vino verde, con campañas publicitarias imaginativas, dirigidas a un público muy joven. Se están promocionando los vinos rosados, los espumosos.

-¿Como ve el futuro vitivinícola de las regiones de España y Portugal pegadas al Duero?

-Portugal y España elaboran, junto con Francia e Italia, los mejores vinos del mundo. El futuro es muy positivo, lleno de oportunidades, con muchos territorios por conquistar.

-¿El vino es cultura o una bebida más que ahora está de moda?

-El vino es cultura, tradición, modernidad, fiesta, verdad, felicidad, pasión y amor. Todo eso y más.