La ciudad honró ayer al titular de sus fiestas con cariño, veneración y con actos muy arraigados en las costumbres y tradiciones toresanas. Desde primera hora de la mañana, la Banda de Música La Lira se encargó de despertar a los toresanos para recordarles, durante la diana floreada, que la ciudad está en fiestas. Tras recorrer las calles y plazas de la ciudad, los músicos de La Lira se desplazaron hasta el Ayuntamiento para recoger a las autoridades y a la reina y damas de las fiestas de San Agustín, e iniciar el tradicional desfile, hasta la iglesia de San Julián de los Caballeros. Ya en el interior del templo, autoridades, reina y damas y numerosos feligreses esperaron, ante la imagen de San Agustín, el inicio de la misa de fiesta que fue oficiada por el obispo de Zamora, Gregorio Martínez, acompañado por los sacerdotes de la ciudad y por otros párrocos de la zona.

Durante su homilía, Martínez elogió la figura de San Agustín, de quien destacó que "se convirtió al cristianismo y fue un gran santo que la Iglesia puede mostrar al mundo". Asimismo, subrayó que, al igual que en el caso de San Agustín, "la fe no es un asunto baladí en nuestra vida sino un hecho que debemos valorar, utilizar y vivir". El obispo de Zamora pidió a los toresanos congregados en la iglesia de San Julián de los Caballeros que "no abandonéis las tradiciones que vienen de nuestros antepasados y que dan sentido a nuestra vida", aunque también invitó a los feligreses a "acudir al ejemplo de San Agustín para reconocer en la vida la importancia de la fe".

El obispo cerró su homilía realizando un llamamiento a la unidad de los toresanos porque "la comunión entre todos hace la fuerza y da vida y futuro al pueblo". Una vez concluida la homilía, el obispo anunció en la iglesia de San Julián de los Caballeros que la ciudad había sido elegida sede de Las Edades del Hombre en 2016, comunicación que fue muy aplaudida por los feligreses reunidos en el templo. Tras la misa, las autoridades locales, acompañadas de la reina y las damas de las fiestas y de los músicos de la Banda La Lira iniciaron el recorrido de regreso hasta el Ayuntamiento en un animado pasacalles acompasado por música de fiesta.

Por otra parte, los niños disfrutaron ayer del segundo encierro ecológico de las fiestas de San Agustín que se celebró en el barrio de Capuchinos y en el que los volvieron a demostrar su afición por este festejo taurino a pequeña escala.