La jornada electoral transcurrió con normalidad y con todas las mesas constituidas a su hora, sin incidentes destacables pero no faltó el anecdotario. En el Claudio Moyano, la votación en una mesa se ralentizó durante unos minutos, justo cuando iba a votar la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón, debido a que a un anciano se le cayó toda la cartera. Otro, tras votar, olvidó el DNI.

Julián Bernal Nieto, de 19 años, suplente vocal segundo, tuvo finalmente que formar parte de la mesa. En sus primeros comicios nacionales el joven pensaba que "me iba a librar", de hecho acudió al colegio electoral tras salir de fiesta por la noche con sus amigos. Pese a la falta de descanso "no me ha importado". "Es una labor más complicada de lo que parece", dice con una amplia sonrisa Francisco Lobo que tuvo que renunciar a su día descanso laboral por ser vocal primero. "He escrito más que en toda mi vida", agrega, entre risas.

En el Obispo Nieto una mesa se constituyó prácticamente con suplentes, entre ellos, su presidente. Manuel Pérez tuvo que hacerse cargo de capitanear a la sección sin "ni siquiera haber recibido el libro con las indicaciones", comenta. Además, en este centro una persona esperaba la apertura de las urnas porque trabajaba de nueve a nueve y hasta un presidente que venía de empalmada llegó a quedarse dormido durante la jornada.

En el Arias Gonzalo un presidente tuvo que solicitar la intervención de la policía y esta de la junta electoral debido a que, en uno de los tres listados de los que dispone la mesa, una ciudadana aparecía como que ya había depositado su voto y ella aseguraba que no lo había hecho. Finalmente tras, consultarlo, la mujer pudo depositar su sufragio.

Las anécdotas también tuvieron los rostros conocidos de candidatos, como es el caso del número do al Congreso de los Diputados, Ismael Aguado, que estuvo deambulando por el IES Claudio Moyano donde le correspondía votar. En un primer momento se acercó hasta una mesa decidido. Consultó el listado, situado a la puerta de la clase para luego retroceder sobre sus pasos, seguido por los medios de comunicación. Minutos más tarde realizaba una llamada, quizás para que le indicaran los datos que figuraban en la tarjeta censal. Tras concluir la conservación de nuevo encaminó sus pasos a un aula donde finalmente votó y deseó un buen día a los integrantes de la mesa.

El cabeza de lista de Podemos al Congreso, Braulio Llamero, tardó en localizar su nombre en la mesa del Gonzalo de Berceo en la que le tocaba ejercer su derecho constitucional. Los vocales de la primera mesa a la que acudió no encontraban el nombre del candidato en la mesa que tenía asignada. Tras recorrer el resto de las aulas habilitadas para las elecciones, el representante de Podemos volvió a la mesa de origen para que, esta vez sí, pudieran localizarle en el censo electoral. Durante toda la tarde los electores fueron recibidos por un Belén en la puerta del centro y por "El tamborilero", que sonaba en bucle.

En el Ángel Nieto, los zamoranos han esperado hasta última hora para votar lo que generó colas a partir de las 18.30 horas.