La jornada de estas elecciones generales es muy dura no solo para los políticos que esperan los resultados sino para los miembros de las 307 mesas repartidas a lo largo de la provincia, que tienen que pasar todo el día al servicio de los votantes.

Una de las anécdotas del día la protagonizaba el joven presidente de una de las mesas del colegio Obispo Nieto de la capital zamorana. A primera hora de la mañana, los cafés y los refrescos con cafeína se amontonaban en la superficie junto a las urnas, y ni siquiera con eso lograba mantener los párpados abiertos. Afortunadamente, sus compañeros estaban ahí para echar una mano a su presidente.

Parece ser que fue solamente un hecho aislado y temporal y, a esta hora, la normalidad presidía la mesa en cuestión, dejando el hecho en una de las tantas anécdotas que se han sucedido durante todo el día en los colegios electorales zamoranos.