Moralejo Selección consiguió ayer una gran victoria (29-25) en su duelo con un rival directo en la tabla, Aula Valladolid. Un envite vibrante entre la mejor defensa y el mejor ataque del campeonato que no decepcionó, alcanzando su resolución en los minutos finales.

El filial zamorano estuvo soberbio desde los primeros compases, en los que hizo circular rápido y con criterio el balón encontrando a Maga para anotar o a un inspirado Pablo Turiel en el extremo. Sin embargo, los visitantes daban réplica sobre una defensa aún por ajustar y las diferencias fueron escasas durante todo el primer acto.

El 14-14 con el que se llegó al descanso hizo justicia al buen partido de ambos conjuntos, con un firme arranque local y un mejor tramo vallisoletano cuando llegaron las exclusiones por una y otra parte.

Las espadas estaban en todo lo alto y faltaba ver que equipo acabaría por imponerse. Una duda que tardó en disiparse pues, si bien los de Diego Vieira regresaron a pista más entonados que su rival, les faltó eficacia en sus lanzamientos frente a un atinado Sanz bajo palos para distanciarse en el marcador.

El vibrante choque llegó a los últimos minutos con empate en el luminoso (25-25) pero con un Moralejo Selección más sobrio y metido en el partido. Algo que se notó cuando, ante una decisión arbitral, los visitantes perdieron los papeles y se quedaron en inferioridad. Una circunstancia que aprovechó el filial pistacho para, con Sandín y Raúl Maide como brazos ejecutores, rubricar con victoria una muy buena actuación.