El Zamora CF quiere seguir vivo en la lucha por alcanzar los puestos altos de la clasificación y ayer lo demostró con una victoria en La Bañeza (0-1) que se preveía indispensable para alargar la lucha y es que una derrota hubiera puesto todo muy cuesta arriba. Con estos tres puntos, el equipo escala a la séptima posición y se sitúa a seis puntos del cuarto clasificado, que es precisamente La Bañeza, aunque los zamoranos tienen un encuentro más que los cuatro inquilinos de la zona de privilegio. Lo positivo es que la Liga está viva, y los de Tornadijo demostraron que quieren luchar por ella.

Respecto al choque de ayer fue, una vez más, Roberto Levas quien dio oxígeno a unos rojiblancos que jugaron en superioridad numérica más de una hora, mientras que la sorpresa llegó antes de arrancar el encuentro con el equipo que puso en juego Carlos Tornadijo en el estadio de La Llanera. El entrenador hizo una verdadera revolución, dando entrada a los dos últimos fichajes, Yon y Zazas, y dejando fuera de la convocatoria, de forma sorpresiva, a Iñaki Eguileor y Diego Ortiz.

Así arrancó un encuentro en el que tras unos primeros minutos de tanteo en los que ni los de casa ni los rojiblancos se atrevían a llevar las riendas del juego, llegó la jugada polémica del encuentro cuando el árbitro señaló una falta contra los bañezanos que supuso además la expulsión de Fran, llegando tras efectuar su lanzamiento el único gol del partido cuando se cumplía el minuto 27.

Fue Roberto Levas el autor de la diana zamorana con la que a la postre terminaría el encuentro, ya que a pesar de jugar con uno más, el resultado ya no se movería. La Bañeza no acertó a sobreponerse del tanto encajado en los primeros minutos, aunque poco a poco se fue rehaciendo, tratando de tener presencia en el área de Berlana y consiguió llegar al descanso con esa exigua derrota que dejaba las espadas en todo lo alto.

Tras el paso por vestuarios, y a pesar de que el Zamora jugaba con un hombre más tras la expulsión del defensa central bañezano, fue el equipo dirigido por Pablo Huerga el que se hizo el dueño del encuentro, llegando a estrellar hasta dos remates en los palos. A los de casa no parecía pesarles el hecho de jugar con un efectivo menos sobre el rectángulo de juego y, con mucho que ganar y poco que perder, se lanzaron al ataque.

Sin embargo, el Zamora ofreció unas muestras de solidez y de saber a lo que jugaba que renunció a la posesión del esférico con tal de defender con autoridad la ventaja, saliendo a la contra si la ocasión lo requería, en busca de la sentencia. No entraba en sus planes tanto encarrilar el encuentro como llevarse la victoria, así que defendió con uñas y dientes las aproximaciones sobre el área de los de casa, que no pudieron dar una alegría a su afición.

A medida que las manecillas del reloj se acercaban al final, ambos contendientes reforzaron sus posiciones: los locales buscando la igualada y los visitantes defendiendo la ventaja adquirida que les otorgaba los tres puntos.

Aunque bañezanos y zamoranos dispusieron de alguna ocasión de gol, el meta local Kuni abortó un gran remate del ataque visitante, el marcador ya no se movería finalizando con el triunfo del Zamora que les otorga tres puntos de oro para conseguir su objetivo de meterse en la lucha por una de las cuatro plazas que clasifican para disputar las eliminatorias de ascenso a la Segunda División B. Una victoria un tanto deslucida en un partido más bien práctico de los de Tornadijo.