El Aquimisa Queso Zamorano no pudo sumar su segunda victoria consecutiva y cayó con cierta claridad en casa de Basket Navarra en un partido en el que, pese a ir siempre por debajo, tuvo sus opciones. Posibilidades que se desvanecieron en el último cuarto de una actuación que los zamoranos arrancaron con mal pie para, en el segundo periodo, reponerse y mantenerse en liza hasta los minutos finales, instantes en los que prevaleció la mayor regularidad de los navarros. El equipo zamorano se desconectó en momentos clave y, por ello, seguirá como colista una jornada más.

No empezó nada bien el partido para el Aquimisa, que se encontró con un 8-0 a los cinco minutos después de una salida horrible en la que falló hasta catorce lanzamientos, seis de ellos triples. El primer punto llegó desde la línea de tiros libres por parte de Libroia para inaugurar un marcador que se resistía a sumar después de la exhibición de falta de puntería en los primeros minutos del equipo zamorano. También fueron desde la línea de tiros libres desde donde llegaron los siguientes cuatro puntos, a cargo de Libroia y Veenstra. Hansen también anotó desde la línea de tiros libres, la única distancia desde donde era capaz de anotar el Aquimisa, que a tres minutos del final del primer acto no había sido capaz de anotar ninguna canasta en juego. Menos mal que en la línea de personal era infalible, con siete de siete, lo que le permitía sobrevivir (15-7) ante un Navarra que no acababa de aprovechar la situación para abrir brecha.

Fue Veenstra el que firmó la primera canasta con un tiro a tablero a dos minutos para el final (20-11) para mantenerse en el partido. Moussa y Narros monopolizaban los puntos en el equipo navarro, pero llegaba otra canasta de Hansen y el Aquimisa pudo cerrar el primer cuarto con esperanzas pese al lastre de sus fallos (23-15).

Un parcial de 4-0 de salida para los navarros volvía a poner un poco más cuesta arriba el partido. Pero el equipo zamorano respondió con un exultante 0-9 después de un triple de Cardito que le puso a solo tres puntos de los navarros (27-24). El Aquimisa ya había olvidado su extraño primer tiempo y recuperaba la normalidad en el lanzamiento en lo que era ahora ya un intercambio de canastas en el que sin embargo el Navarra seguía siendo más eficaz aunque el Aquimisa no perdía la estela al encuentro y con un Veenstra muy enchufado aguantaba los tirones de los navarros.

Del 34-30 se pasaba a un 40-32 pero para entonces también emergía la figura de Ervin y a falta de tres minutos las diferencias oscilaban en los seis puntos. Dos tiros libres de Ervin mantenían al Aquimisa en el partido y sustentaban la extraordinaria fiabilidad del equipo desde la línea de tiros libres (13 de 13). Y un triple de Libroia empató el partido (41-41) a treinta segundos del descanso. Dos tiros libres de los navarros y un triple postrero fallado por Ervin dejaron el partido muy parejo (43-41).

Tras el descanso, el Aquimisa mantuvo el pulso con el Navarra y se colocó a un solo punto tras canasta de Hansen (50-49), quedando entonces otra vez colapsado el equipo zamorano que pasó dos minutos sin anotar con hasta cinco tiros consecutivos marrados. Tampoco estuvo más preciso el Navarra en una fase de muchos desaciertos, errores y pérdidas, aunque un 5/0 de los navarros y un más ocho a su favor obligó a pedir tiempo muerto al técnico Saulo Hernández. Pero el Navarra, más acertado desde la línea de tres puntos, volvía a acertar desde la distancia y registraba nueve puntos a favor con menos de un minuto por jugarse. Veenstra sumaba dos nuevos tiros libres, allí donde no fallaba el Aquimisa y se llegaba al final del tercer acto con siete puntos de desventaja (60-53).

No cedió el Navarra n el último cuarto y su fortaleza puso freno a las tentativas de remontada del Aquimisa. El 68-58 obligó a Hernández a parar el partido pero un triple de un imparable Narros lo ponía aún más difícil (71-60). Dos triples de Ervin y Hansen mantenían las esperanzas pero otro de Sastre volvía a poner la barrera de los diez puntos a poco más de dos minutos para el final. La suerte ya estaba echada y el equipo zamorano pese a que no se rendía nada pudo hacer ya por evitar la derrota.