Mereció mucho más un Desguaces Casquero que dominó el partido y llegó a tener hasta tres goles de ventaja en el electrónico cuando restaban cinco minutos para el final del encuentro cuando, el portero jugador de los locales, acabó por igualar una contienda que dejó sin premio al equipo de José Bertolín.

En un partido cuya nota predominante fue la igualdad, el equipo zamorano salió con en el cuchillo entre los dientes, pero un error en una acción defensiva permitió al Cuéllar tomar la delantera en el marcador. A contracorriente, sin embargo, el Atlético Benavente supo jugar sus bazas y a través de una asfixiante presión sobre la salida de balón local llevó el partido a su terreno hasta conseguir el tanto del empate provocando una pérdida de balón segoviana.

En un fulgurante contragolpe Charlie hizo el 1-2 para el Desguaces Casquero, pero antes del descanso Gonzalo devolvía las tablas al marcador tras una jugada que el jugador del Cuéllar finalizaba en el segundo palo.

Tras el paso por vestuarios la decoración del encuentro no varió un ápice. Continuó llevando la voz cantante el Atlético Benavente y puso dos velocidades más para romper el partido con tres goles en un abrir y cerrar de ojos que parecían sentenciar el encuentro.

Sin embargo, con portero jugador el Cuéllar iba a obrar el milagro en un final de auténtico vértigo. Álvaro hacía el 3-5 a falta de cinco minutos para el final entrando hasta la cocina y en los últimos 50 segundo los segovianos redondeaban su gesta, primero culminando un contragolpe y más tarde en otra jugada que acababan en el segundo palo.

Final terrorífico para el Atlético Benavente que no merecía tan severo castigo y que sigue en la zona media de la tabla viendo como se alejan los primeros espadas.