La ascensión a la antigua estación militar de la Sierra de La Pandera hacía presagiar bastantes más movimientos de los que finalmente se han producido y el líder, Chris Froome (Sky), se limitó ayer a controlar a sus adversarios más directos y minimizar cualquier pérdida. Los aspirantes a despojar al británico de origen keniano del maillot rojo que viste desde la tercera jornada en el Principado de Andorra apenas pudieron inquietarle y el único que consiguió restarle algo de tiempo fue el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida). Las migajas de los cuatro segundos de bonificación que se otorgan cada etapa al tercer clasificado es con lo que se tuvo que conformar el Tiburón de Messina, el único que ha sacado algo positivo de esta decimocuarta jornada. Consiguió mantener su segunda posición de la clasificación general tras Froome y además pudo restar cuatro segundos, y ha pasado de estar a 59 a tener una desventaja de 55.