Veinte días de campus, cuatro semanas plagadas de diversión con la excusa de practicar un deporte: el fútbol. Más de 80 horas en las que este año, los integrantes del Zamora Promesas se propusieron, junto a los valores que intentan inculcar todos los años, conseguir integrar a niños con necesidades especiales. Y lo han conseguido.

Para este propósito, este año el equipo habitual del campus contaba con Sara García que era la encargada de, con la ayuda del resto de monitores y niños, conseguir integrar a niños con necesidades especiales. Al primer turno del campus se apuntó un niño con necesidades especiales cuya única pasión era divertirse. No sabía muy bien que era el fútbol ni entendía muchas de las normas que rigen este deporte. Su único objetivo era divertirse y poder "hacer amigos", algo que le cuesta. La experiencia fue tan positiva que sus padres, sin dudarlo, decidieron apuntarlo a los restantes tres turnos. Un mes más tarde, sigue sin conocer muy bien qué es el fútbol pero esta experiencia le ha permitido poder abrirse un poco a los demás y, sobre todo, ha sido una gran lección para todos los niños que han compartido campus con él y que han eliminado las barreras existentes.

Este es el ejemplo más claro del trabajo que realizan durante el año, y especialmente en el Campus Caja Rural, los integrantes del Zamora Promesas, con Ángel García Refoyo, Luis José Santamaría o Sami Merino a la cabeza, la integración mediante el juego. En el anexo del Ruta de la Plata se han dado cita, durante las últimas cuatro semanas, niños que juegan habitualmente al fútbol, otros que tienen esa pasión pero no lo practican y un grupo que se acercaba por primera vez a este deporte. Y el fútbol, como motor, ha servido para unirlos a todos bajo un paraguas de diversión, entretenimiento y aprendizaje de los valores que inculca el mundo del deporte.

El Campus Caja Rural Zamora Promesas ha roto moldes este año y, en alguno de los turnos ha rozado los 100 niños que, han disfrutado especialmente con el fútbol, pero también practicando y aprendiendo nociones básicas de otros deportes. Además, jugadores zamoranos se han acercado a compartir momentos con los chicos y ha habido tiempo para poder ver vídeos y aumentar el conocimiento táctico sobre el deporte rey.

Además, como es habitual, los juegos acuáticos han ido ganando peso en el Campus Caja Rural, contando este año con hinchables que han permitido que los niños, en los días de despedida de cada turno, disfrutaran como lo que son, niños.