Incombustible. Así califica el Balonmano Zamora al que ha sido el capitán de su primer equipo durante las últimas temporadas, Jorge Martín "Jortos". El líder de un vestuario que, de nuevo, contará con el vallisoletano al frente tras anunciar ayer el club pistacho su renovación. Una continuidad deseada por todos los aficionados zamoranos al balonmano y que permite a García Valiente contar un año más con uno de los pilares fundamentales de su plantel y su esquema de juego.
Jortos, como le conoce ya todo el mundo en Zamora, seguirá un año más vistiendo la zamarra pistacho. Un color que formará parte de su vida para siempre tras llevar más de una década siendo parte del -hoy- MMT Seguros. De hecho, el primera línea afrontará a partir de agosto la que será su décimo cuarta campaña como "Guerrero de Viriato".
La historia del "10" del MMT Seguros es la de un hombre que, llegado el momento, decidió darlo todo para triunfar jugando al balonmano, aunque fuera lejos de su ciudad. Una apuesta arriesgada, con complicaciones y alegrías, que le llevó a alcanzar sus sueños mucho trabajo después.
Todo comenzó hace muchos años, cuando Jortos se sumó al proyecto de Dani Gordo (nuevo técnico del BM Nava) en Zamora, en una temporada en la que también llegó el recientemente fallecido Meda desde Valladolid. Su incorporación dio pie a la reunión de talentos castellano y leoneses que, años después, daría lugar al Balonmano Zamora de los ascensos y los éxitos deportivos. Y es que, tras el lateral vinieron Octavio, Peli, Jose y compañía. Quizá por ello, hoy en día tras la retirada de Arcel Andrés, es el capitán del cuadro de Viriato.
Dejando atrás el balonmano pucelano, Jortos demostró en el Manuel Camba contar con la calidad suficiente como para disputar categorías por encima de la Segunda División. Motivo por el que muchos equipos se fijaron en él, incluyendo el BM Valladolid, que llegó a ficharle para disputar la División de Honor Plata con el filial.
Su vuelta a casa, afortunadamente para los intereses del Balonmano Zamora, fue corta. Jortos no estaba cómodo en el "B" pucelano y, por ello, no tardó más que una temporada en regresar al seno del -hoy- MMT Seguros. Un equipo del que nunca jamás volvió a desligarse pese a recibir suculentas ofertas en muchas ocasiones.
Su crecimiento como jugador en la capital del Duero alcanzó su punto álgido cuando García Valiente tomó la dirección del banquillo pistacho. A partir de entonces, el primera línea dejó de mostrar únicamente su potencia a la hora de ver puerta. Desde entonces también aplicó su fuerza en una línea defensiva de la que se convirtió en una pieza insustituible. Un hombre capaz de marcar gol con relativa facilidad pero también de dar respiro a la portería de su equipo.
Fuerte, potente, con más de un recurso a la hora de buscar la meta contraria y firme especialista defensivo, Jortos es uno de los favoritos del público. Principalmente, por la entrega con la que se aplica cada vez que salta al Ángel Nieto. Una cualidad que le permite ser ejemplo dentro de un vestuario en el que comenzó a ejercer como capitán cuando el equipo disputó su primera temporada en División de Honor Plata.
Sin miedo a las responsabilidades y consciente de su nuevo papel, el primera línea disfrutará por segunda vez de la élite junto a sus amigos. Un privilegio merecido para quien es ya un zamorano más, un jugador cuya madurez deportiva, experiencia y compromiso aportan seguridad a un Balonmano Zamora convencido de que contar Jortos hará "un poco más sencillo el gran reto que tendrá que afrontar la primera plantilla esta temporada". Una renovación que le volverá a poner al frente del tren del MMT Seguros, una locomotora de la que aún faltan piezas por conocer y que tiene como destino la permanencia.
