Cuando acabó la final de la última fase de ascenso a Liga Asobal disputada en Irún, el bravo jugador local Iago Muiña se acercó a los micrófonos para felicitar al MMT Seguros por su papel y señalar que se habían comportado como "unos jabatos". Sus palabras se dejaron oír en Artaleku casi como el aplauso de la afición irundarra a los "Guerreros de Viriato", cuyo espíritu combativo es bien conocido en los "play-off" con un puesto en una categoría superior en juego. Un aspecto que le convierte, ciertamente, en el huésped más incómodo posible para los organizadores de estos eventos.

Si el factor cancha se cuenta habitualmente como un "plus" para los equipos a la hora de ganar un partido, en cada fase de ascenso habría que mirar si el Balonmano Zamora está involucrado o no para tener en cuenta si es, verdaderamente, positivo ser el anfitrión. De hecho, la historia dice que tener al conjunto de García Valiente en la lista de invitado no augura un buen final para la escuadra local.

La historia que avala este hecho tuvo su inicio allá por el 2008, cuando el -por entonces- Inzamac ganó la Segunda División. Fue la primera y única vez que los zamoranos trataron de cambiar de categoría como locales en una fase que tuvo como escenario el Manuel Camba. Un fin de semana aciago, siendo el billete para Keymare Almería B y obligando a los pistacho a un segundo intento la campaña siguiente. Un nuevo desafío que les llevó hasta Vigo, ciudad en la que se impusieron a Villa de Ingenio, Egía Servichap y a los gallegos del Magope Seis do Nadal para hacerse un hueco en Primera Nacional.

El fracaso en casa y el éxito en As Travesas llevaron a muchos dentro del club zamorano que, quizá, las fases están hechas para disfrutarlas y eso se logra mejor a cientos de kilómetros de tu feudo. Sin responsabilidades organizativas, sin el cartel de favorito por jugar en la misma pista de cada jornada liguera. El contraste fue tal que, las siguientes veces que se jugó subir de categoría fuera de Zamora, el ya nombrado MMT Seguros se encontró como pez en el agua en territorio hostil. Eso sí, tampoco hubo posibilidad de buscar el ascenso como local en las siguientes ocasiones.

La fama de huésped incómodo la afianzó el cuadro de Viriato en Soria, ciudad en la que se ganó el derecho a competir en su actual categoría, División de Honor Plata.

A aquella fase de ascenso los zamoranos llegaban como representantes del conocido como "grupo gallego", teniendo que enfrentarse a un BM Soria de récord que esperaba sacar tajada de su papel de anfitrión tanto contra el bloque pistacho como frente a dos huesos duros de roer: BM Benidorm y Handbol Bordils.

El MMT Seguros no partía como gran favorito, sin embargo, no dio oportunidad ninguna a sus rivales sobre la pista. Como si allí hubiera jugado a lo largo de la temporada, primero venció a los catalanes y después a los alicantinos, redondeando el fin de semana con un claro triunfo sobre los sorianos. Un rotundo éxito que le llevó a ingresar entre los 32 mejores equipos de España y a ganarse un nombre en el panorama nacional.

Tardó menos que aquellos cinco años en Primera Nacional la siguiente oportunidad para el MMT Seguros de ascender. Llegó en su primera temporada en División de Honor Plata y, de nuevo, la fortuna quiso que tuviera que ganar fuera de casa para subir otro escalón. Esta vez dentro del campeonato liguero, en el feudo de un Go Fit Sinfín que peleaba por entrar en la fase de ascenso a Liga Asobal.

Una vez más, el cuadro de García Valiente hizo suyo un pabellón ajeno. Su juego, alegre y dinámico, silenció La Albericia dejando su sonido en manos de la afición zamorana. Unos seguidores que, en todas las citas de calado, acompañan al equipo y minimizan el posible efecto de no conocer la pista al cien por cien. Fue el ascenso a la Liga Asobal, el logro que se persigue este año.

Solo una vez se quedó sin acender lejos de casa el MMT Seguros y fue el año pasado, cuando intentó regresar a la máxima categoría. Artaleku imponía gran respeto pero a los "Guerreros de Viriato" le dió igual, peleando hasta el último segundo por un premio que se escapó en los últimos minutos. Una derrota en la que, más que el impresionante aspecto de las gradas o la presión de la hinchada vasca, pesaron las ausencias de Octavio y Camino o el estado de Peli y Del Val.

Irún fue la excepción a la regla pues no se subió. Eso sí, nadie creía que el MMT Seguros alcanzaría la final y lo hizo. Incluso, por momentos, tuvo un pie en liga Asobal. Todo ello fruto de un espíritu combativo que debe estar presente en "El Pandero". escenario en el que ya ha logrado victorias el cuadro de Viriato, donde debe intentar seguir amargando la vida al anfitrión como el incómodo invitado que ha sido siempre.