La sede de la Agrupación Montañera Zamorana se ha convertido en un improvisado velatorio donde el dolor por la muerte de los tres zamoranos es el único protagonista. Al local de la calle Víctor Gallego llegan amigos y familiares y, sobre todo, gente muy joven habida cuenta de corta edad de dos de los fallecidos.

Los miembros de la Montañera Zamorana tienen previsto viajar a Cantabria, a la zona del suceso, para acompañar el regreso de los cuerpos sin vida de los tres escaladores.