Con brillante organización y mejor resultado tuvo lugar ayer en el Polígono Aviación de Coreses una nueva edición de la Gymkhana Racing "Ciudad de Zamora", una prueba automovilística que reunió a cerca de 25 pilotos para medir su pericia sobre el asfalto y que deleitó a cientos de aficionados al motor.

A pesar de la fría mañana de diciembre, la gymkhana contó con numeroso público como viene siendo habitual. Además, en esta ocasión el cielo dio un respiro y no hubo lluvia alguna que pusiera en dificultad el espectáculo. Tan solo algo de niebla, un problema bien atajado por el Automóvil Club Zamora que varió el circuito para seguridad de todos los presentes.

La competición, que estuvo dividida en un total de seis clases (tres para aquellos pilotos que están federados y otras tres para los que quisieron participar contando con carnet de conducir y vehículo en regla), arrancó a las seis de la mañana y se alargó hasta cerca de las 14.00 horas. Una conclusión que llegó más tarde de lo que estaba previsto ya que, además de las aceleraciones y curvas a toda velocidad que ofreció la gymkhana, los participantes tuvieron espacio para (de forma segura y supervisada) quemar rueda, trompear y marcarse unos derrapes con los que hacer rugir al público y arrancarle aplausos.

Deportivamente, Zamora fue el gran vencedor de la cita ya que tres de los triunfadores fueron locales en esta ocasión. Roberto Granadilla se impuso en la Clase I, Samuel Carretero se adjudicó la Clase III y Daniel Taranilla ganó en la Clase VI. Tres victorias que premiaron su esfuerzo en la que fue la última cita de 2016 para poder disfrutar de la gran variedad de vehículos (Audis, BMW, Mereces, Seat 127, Twingos) que ofrece este tipo de campeonatos.