Bien pronto por la mañana, Emilio Merchán partía hacia Madrid comenzando un viaje que le llevará a final del día a la ciudad alemana de Brandenbug, lugar donde se celebrará este fin de semana el Campeonato del Mundo de Maratón de 2016. Una cita a la que el palista zamorano acude con la intención de "poder remar y llegar hasta el final", al contrario que en otras ocasiones, y de "pelear por los metales" aunque para él, a estas alturas, no es todo subir al podio.

Las expectativas de Merchán sobre la regata son buenas. Principalmente por "el buen trabajo hecho hasta hoy" para preparar la prueba. "Hemos hecho un buen trabajo", afirmaba, explicando: "Alejandro ha estado día a día conmigo, peleando junto a mí como si fuera estar allí y se lo agradezco. Eso me ha permitido hacer buenos entrenamientos, especialmente en comparación con otros años en los que remaba con un compañero de fuera de Zamora y tenía que desplazarme perdiendo horas de preparación y recuperación. En este caso, todo ha sido entrar y descansar, por lo que creo que voy bien preparado".

Pese a toda esa labor, el palista zamorano sabe que sus sensaciones no mejorarán "hasta mañana o el sábado, tras superar estos días previos en los que siempre cuido la alimentación para llegar en un momento óptimo y te encuentras un poco vacío". Un proceso que implica "paciencia" pero que puede llevarle a un nuevo éxito en aguas alemanas.

Merchán, que atendió ayer a los medios de comunicación, reconoció que este es un Mundial diferente para él ya que su intención era "no salir en K-1 y remar el K-2" junto a Alejandro Sánchez. "Al final las circunstancias son las que mandan y, tras la rotura de pala de Alejandro en el selectivo y lo ocurrido en el Europeo nos quedamos sin plaza, pero creo que se veía que mañana tendríamos que estar en otro lugar. Los criterios de selección no son acertados y no ha podido ser", dejó claro antes de explicar como será la prueba de 2016. Regata en la que no estará su compañero, quien admitió ayer sentir "frustración" por no poder participar junto a un Emilio Merchán al que ve "en muy buena forma, igual o mejor que el año pasado por estas fechas".

La cita en Brandenburg se presenta como "una regata muy estratégica" en opinión del palista de ADZ Iberdrola. Un carácter que se explica por los detalles que rodean a esta edición del Mundial.

"Por las condiciones del circuito y los participantes será una prueba muy táctica. Se desarrollará sobre una pista, similar a la que se pudo ver en los Juegos Olímpicos. Esto hace que sea una prueba muy monótona porque el nivel del agua es siempre el mismo. No hay oleaje ni curvas, son 1.600 metros en línea recta, la ciaboga y vuelta. Por ello, creo que todo se decidirá en los porteos, ya que la pista no tiene sitios donde se pueda endurecer la prueba, lugares en los que complicar a tus rivales directos, y dejar atrás a gente de tu mismo nivel será complicado", detallaba sobre un escenario que invita a "estar muy atento, ya que se formará un gran grupo y, en un momento y otro, alguien tratará de romper la prueba y hay que estar bien colocado para no quedarse atrás", ya que "quien se quede cortado, con la cabeza de carrera colaborando, tendrá muy pocas opciones de pelear por el metal".

Ese "tirón" llegará en los porteos. "No sé si será en el primero o en el sexto, pero está claro que es en esos puntos donde los favoritos tratarán de hacer la selección de aspirantes", detallaba un Merchán que citó a varios de los palistas que junto a él cuentan con muchas opciones como "el actual campeón McGregor, su compatriota Bilken o el húngaro Boros", además de "Ramalho, actual campeón de Europa tras ganar en Pontevedra".

Un nutrido grupo que invita a pensar que "hay poco sitio para bastante gente" en el podio. Algo que según el zamorano, se dejará notar en la prueba con "más nervios e inquietud". Factor que espera no juegue en su contra. Y es que, como reconoció ayer, Merchán está harto de ""sorrys" y perdón" cuando alguien "se precipita y comete un error" que le deja fuera de carrera.

"Quizá lo mejor sea ir de tapado, estar bien situado en el momento justo pero sin llamar la atención, así quizá se eviten cosas como la del año anterior", explicaba el palista, añadiendo: "El año pasado le di muchas vueltas. Llegaba bien, como ahora, y me pregunté una y otra vez cómo podría haber terminado, en qué posición... Eso es lo que más rabia da, el no poder competir. Prefiero terminar como en el Europeo, donde llegas segundo pero lo haces satisfecho, porque has remado y peleado hasta el final. Esa es mi pretensión para esta prueba, luego el puesto será el que cada uno merezca. Que no ocurra nada en los siete porteos y no tengamos que lamentar nada porque la cosa ya está muy caliente en ese sentido".

Y es que, para Merchán, el oro es el gran premio pero no el único que busca sobre las aguas. "En Zamora parece que si no logras medalla, si no vienes con el oro, te ha pasado algo. Lograr una medalla es complicado, a veces se sacan y a veces no. Puede que un cuarto puesto la gente lo interprete como un fracaso pero puede ser un buen resultado si lo has dado todo. Parece que lo único que cuenta es ganar y no es así", concluyó.