Novak Djokovic sigue con la racha de enfrentarse a jugadores que se retiran antes de empezar o durante los partidos y esta vez fue el francés Jo-Wilfried Tsonga el que no acabó el duelo de cuartos de final y dejó al número uno del mundo clasificado a las semifinales del Abierto de Estados Unidos.

Djokovic, que dominaba por 6-3 y 6-2, vio como al inicio de la tercera manga, Tsonga, noveno favorito, se miró y se agarró una vez más la rodilla izquierda y dijo que no podía continuar en pista.

Los espectadores que llenaron las gradas sintieron una vez más la decepción de ver cómo habían pagado mucho dinero para ver un partido de cuartos de final que al menos durase tres sets.

La historia en lo que va de torneo este año ha sido algo inusual, Djokovic no ha podido completar nada más que dos partidos porque sus rivales se retiran por lesiones.

Djokovic, campeón vigente, ha tenido más tiempo viendo como los cuidadores físicos tratan a sus rivales en la pista que en acción contra él.

Eso fue lo que sucedió con Tsonga que después de perder los dos primeros sets, ya había jugado en condiciones de inferioridad, pidió tratamiento del kinesiólogo y le vendaron la pierna izquierda debajo de la rodilla.

Tsonga intentó ver cómo se sentía pero cometió doble falta en el primer punto del tercer set, y comprendió que no tenía sentido seguir en un partido que estaba perdido.

La historia de las retiradas de los rivales de Djokovic había comenzado en la segunda ronda cuando el checo Vesely, no se presentó por una lesión en el antebrazo izquierdo.

Su oponente en la tercera ronda, el ruso Youzhny, se retiró tras seis juegos disputados al sufrir una dolencia en el isquiotibial izquierdo.

"Estoy a una victoria de la final. Este es un Grand Slam bastante peculiar para mí, el tener tres retiradas en el camino a las semifinales", dijo Djokovic que ahora se enfrentará a Gael Monfils.